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Jueces 17:4 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Cuando él le devolvió la plata a su madre, ella tomó doscientos siclos de plata y se los dio a un platero, quien hizo con eso una imagen tallada y un ídolo de fundición, que fueron puestos en la casa de Micaías.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Mas él devolvió el dinero a su madre, y tomó su madre doscientos siclos de plata y los dio al fundidor, quien hizo de ellos una imagen de talla y una de fundición, la cual fue puesta en la casa de Micaía.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Así que, cuando Micaía le devolvió el dinero a su madre, ella tomó doscientas monedas de plata y se las dio a un platero, quien las convirtió en una imagen y un ídolo. Y los pusieron en la casa de Micaía.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

El, sin embargo, entregó el dinero a su madre. Ella sacó doscientas monedas y se las dio a un orfebre. Con ellas hizo un ídolo y una estatua de bronce que quedaron en la casa de Micá.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Sin embargo, él devolvió a su madre la plata. Tomando su madre doscientos ciclos de plata, los entregó al fundidor, el cual hizo de ellos una imagen de escultura y otra de fundición, las cuales quedaron en casa de Micayehu.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Cuando devolvió el dinero a su madre, ésta tomó doscientos siclos de plata y se los entregó al fundidor, quien fabricó una estatua y una imagen de metal fundido, que quedaron en casa de Micá.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Mas él devolvió el dinero a su madre, y su madre tomó doscientos siclos de plata, y los dio al fundidor; y él le hizo de ellos una imagen de talla y una de fundición, la cual fue puesta en casa de Micaía.

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Otras versiones



Jueces 17:4
9 Referencias Cruzadas  

Entonces profanarás tus ídolos enchapados en plata y tus imágenes revestidas de oro; los arrojarás como trapo impuro y les dirás: «¡Fuera de aquí!».


El carpintero mide con un cordel, hace un boceto con un estilete, lo trabaja con el escoplo y lo traza con el compás. Le da forma humana; le imprime la belleza de un ser humano, para que habite en un santuario.


»¿De qué sirve una imagen, si quien la esculpe es un artesano? ¿De qué sirve una imagen fundida, si tan solo enseña mentiras? El artesano que hace ídolos que no pueden hablar solo está confiando en su propio artificio.


«Maldito sea quien haga una imagen, ya sea tallada en madera o fundida en metal, y la ponga en un lugar secreto. Es creación de las manos de un artífice y por lo tanto es detestable al Señor». Y todo el pueblo dirá: «¡Amén!».


Cuando Micaías devolvió a su madre los mil siclos de plata, ella dijo: —Solemnemente consagro mi plata al Señor para que mi hijo haga una imagen tallada y un ídolo de fundición. Ahora pues, te la devuelvo.


Este Micaías tenía un santuario. Hizo un efod y algunos ídolos familiares, y consagró a uno de sus hijos como sacerdote.


Los cinco hombres que habían explorado la tierra entraron y tomaron la imagen tallada, el efod, los ídolos familiares y el ídolo de fundición. Mientras tanto, el sacerdote y los seiscientos hombres armados para la batalla permanecían a la entrada de la puerta.