Después llegaron a Jericó. Más tarde, salió Jesús de la ciudad acompañado de sus discípulos y de una gran multitud. Un mendigo ciego llamado Bartimeo (el hijo de Timeo) estaba sentado junto al camino.
Juan 9:8 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Sus vecinos y los que lo habían visto pedir limosna decían: «¿No es este el que se sienta a mendigar?». Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Entonces los vecinos, y los que antes le habían visto que era ciego, decían: ¿No es este el que se sentaba y mendigaba? Biblia Nueva Traducción Viviente Sus vecinos y otros que lo conocían como un pordiosero ciego se preguntaban: «¿No es ese el hombre que solía sentarse a mendigar?». Biblia Católica (Latinoamericana) Sus vecinos y los que lo habían visto pidiendo limosna, decían: '¿No es éste el que se sentaba aquí y pedía limosna?' La Biblia Textual 3a Edicion Entonces los vecinos y los que antes lo veían como mendigo,° decían: ¿No es éste el que se sentaba y mendigaba? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Los vecinos y los que de antes lo conocían, pues era un mendigo, decían: '¿No es éste el que estaba sentado pidiendo limosna?'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces los vecinos, y los que antes le habían visto que era ciego, decían: ¿No es este el que se sentaba y mendigaba? |
Después llegaron a Jericó. Más tarde, salió Jesús de la ciudad acompañado de sus discípulos y de una gran multitud. Un mendigo ciego llamado Bartimeo (el hijo de Timeo) estaba sentado junto al camino.
Sus vecinos y parientes se enteraron de que el Señor le había mostrado gran misericordia y compartieron su alegría.
Sucedió que al acercarse Jesús a Jericó, estaba un ciego sentado junto al camino pidiendo limosna.
Unos aseguraban: «Sí, es él». Otros decían: «No es él, sino que se le parece». Pero él insistía: «Soy yo».
Entonces las dos mujeres siguieron caminando hasta llegar a Belén. Apenas llegaron, hubo gran conmoción en todo el pueblo a causa de ellas. —¿No es esta Noemí? —se preguntaban las mujeres del pueblo.
Levanta del polvo al desvalido y saca del basurero al pobre para sentarlos en medio de príncipes y darles un trono esplendoroso. »Del Señor son los fundamentos de la tierra; sobre ellos afianzó el mundo.
Los oficiales dijeron a Aquis: —¿No es este David, el rey del país? ¿No es él por quien danzaban, y en los cantos decían: «Saúl mató a sus miles, pero David, a sus diez miles»?