Esta es la causa de la condenación: que la luz vino al mundo, pero la humanidad prefirió la oscuridad a la luz, porque sus obras eran malas.
Juan 7:7 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 El mundo no tiene motivos para aborrecerlos; a mí, sin embargo, me aborrece porque yo testifico que sus obras son malas. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 No puede el mundo aborreceros a vosotros; mas a mí me aborrece, porque yo testifico de él, que sus obras son malas. Biblia Nueva Traducción Viviente El mundo no puede odiarlos a ustedes, pero a mí sí me odia, porque yo lo acuso de hacer lo malo. Biblia Católica (Latinoamericana) El mundo no puede odiarlos a ustedes, pero a mí sí que me odia, porque yo muestro que sus obras son malas. La Biblia Textual 3a Edicion No puede el mundo aborreceros, pero a mí me aborrece, porque Yo testifico de él, que sus obras son malvadas. Biblia Serafín de Ausejo 1975 A vosotros no os puede odiar el mundo; pero a mí me odia, porque el testimonio que doy contra él es de que sus obras son malas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) No puede el mundo aborreceros a vosotros, mas a mí me aborrece, porque yo testifico de él, que sus obras son malas. |
Esta es la causa de la condenación: que la luz vino al mundo, pero la humanidad prefirió la oscuridad a la luz, porque sus obras eran malas.
Ellos son del mundo; por eso hablan desde el punto de vista del mundo y el mundo los escucha.
¡Oh, gente adúltera! ¿No saben que la amistad con el mundo es enemistad con Dios? Si alguien quiere ser amigo del mundo se vuelve enemigo de Dios.
Yo les he entregado tu palabra y el mundo los ha odiado porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
La mente gobernada por la carne es enemiga de Dios, pues no se somete a la Ley de Dios ni es capaz de hacerlo.
Acab respondió a Elías: —¡Mi enemigo! ¿Así que me has encontrado? —Sí —contestó Elías—, te he encontrado porque te has vendido para hacer lo que ofende al Señor.
Cada vez que hablo es para gritar: «¡Violencia! ¡Destrucción!». Por eso la palabra del Señor fue cada día para mí una deshonra y una burla.
Quien me rechaza se perjudica a sí mismo; quien me aborrece, ama la muerte».
¡Ay de ustedes cuando todos los elogien! Dense cuenta de que los antepasados de esta gente trataron así a los falsos profetas.
«De modo que me acercaré a ustedes para juicio. Estaré presto a testificar contra los hechiceros, los adúlteros y los perjuros, contra los que explotan a sus jornaleros; contra los que oprimen a las viudas, a los huérfanos y niegan el derecho del extranjero, sin mostrarme ningún temor —dice el Señor de los Ejércitos—.
En un solo mes me deshice de tres pastores. Pero las ovejas me detestaron y yo me cansé de ellas.
Así dice el Señor, el Redentor y Santo de Israel, al despreciado y aborrecido por las naciones, al siervo de los gobernantes: «Los reyes te verán y se pondrán de pie, los príncipes te verán y se postrarán, por causa del Señor, el Santo de Israel, que es fiel y te ha escogido».
los que con una palabra hacen culpable a una persona, los que en el tribunal ponen trampas al defensor y con engaños perjudican al inocente.
Al insolente no le gusta que lo corrijan ni busca la compañía de los sabios.
El rey de Israel respondió: —Todavía hay alguien por medio de quien podemos consultar al Señor, pero me cae muy mal porque nunca me profetiza nada bueno; solo me anuncia desastres. Se trata de Micaías, hijo de Imlá. —No digas eso —respondió Josafat.
quien la examinará. Si ocurre que la inflamación y el vello se han puesto blancos, y se ve la carne viva,