el ángel que me ha rescatado de todo mal, bendiga a estos jóvenes. Que por medio de ellos sea recordado mi nombre y el de mis padres, Abraham e Isaac. Que crezcan y se multipliquen sobre la tierra».
Juan 17:15 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 No te pido que los quites del mundo, sino que los protejas del maligno. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. Biblia Nueva Traducción Viviente No te pido que los quites del mundo, sino que los protejas del maligno. Biblia Católica (Latinoamericana) No te pido que los saques del mundo, sino que los defiendas del Maligno. La Biblia Textual 3a Edicion No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. Biblia Serafín de Ausejo 1975 No te pido que los saques del mundo, sino que los guardes del Maligno. Biblia Reina Valera Gómez (2023) No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. |
el ángel que me ha rescatado de todo mal, bendiga a estos jóvenes. Que por medio de ellos sea recordado mi nombre y el de mis padres, Abraham e Isaac. Que crezcan y se multipliquen sobre la tierra».
Jabés rogó al Dios de Israel: «Bendíceme y ensancha mi territorio; ayúdame y líbrame del mal, para que no padezca aflicción». Y Dios le concedió su petición.
¿Qué ganas tú con que yo muera, con que descienda yo al sepulcro? ¿Acaso el polvo te alabará o proclamará tu verdad?
Y todo lo que te venga a la mano, hazlo con todo empeño; porque en los dominios de la muerte, adonde te diriges, no hay trabajo ni planes ni conocimiento ni sabiduría.
El justo perece y a nadie le importa; mueren los siervos fieles y nadie comprende que el justo perece para ser librado del mal.
Cuando ustedes digan “sí”, que sea realmente sí; y cuando digan “no”, que sea no. Cualquier otra cosa que digan más allá de esto proviene del maligno.
Perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos ofenden. Y no nos dejes caer en tentación”.
Pero yo he orado por ti, para que no falle tu fe. Y tú, cuando te hayas vuelto a mí, fortalece a tus hermanos.
Jesucristo dio su vida por nuestros pecados para rescatarnos de este mundo malvado, según la voluntad de nuestro Dios y Padre,
Por lo demás me espera la corona de justicia que el Señor, el Juez justo, me otorgará en aquel día; y no solo a mí, sino también a todos los que con amor hayan esperado su venida.
Sabemos que el que ha nacido de Dios no practica el pecado: Jesucristo, que nació de Dios, lo protege y el maligno no llega a tocarlo.
Sabemos que somos hijos de Dios y que el mundo entero está bajo el control del maligno.