Juan 13:10 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 —El que ya se ha bañado no necesita lavarse más que los pies —le contestó Jesús—; pues ya todo su cuerpo está limpio. Y ustedes ya están limpios, aunque no todos. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Jesús le dijo: El que está lavado, no necesita sino lavarse los pies, pues está todo limpio; y vosotros limpios estáis, aunque no todos. Biblia Nueva Traducción Viviente Jesús respondió: —Una persona que se ha bañado bien no necesita lavarse más que los pies para estar completamente limpia. Y ustedes, discípulos, están limpios, aunque no todos. Biblia Católica (Latinoamericana) Jesús le dijo: 'El que se ha bañado está completamente limpio y le basta lavarse los pies. Y ustedes están limpios, aunque no todos. La Biblia Textual 3a Edicion Jesús le dice: El que ha sido bañado° no tiene necesidad de lavarse sino los pies, pues está todo limpio; y vosotros estáis limpios, aunque no todos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Dícele Jesús: 'El que ya se ha bañado no necesita lavarse [más que los pies], porque está limpio todo él. Y vosotros estáis limpios, aunque no todos'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Le dijo Jesús: El que ha sido lavado, no necesita sino que lave sus pies, porque está todo limpio; y vosotros sois limpios, aunque no todos. |
En aquellos días, en aquel tiempo, se buscará la iniquidad de Israel, pero ya no se encontrará. Buscarán los pecados de Judá, pero ya no se hallarán, porque yo perdonaré a los que deje como remanente», afirma el Señor.
»El encargado de soltar el macho cabrío en el desierto deberá lavarse la ropa y bañarse con agua. Solo después de hacer esto podrá volver al campamento.
El que les prenda fuego deberá lavarse la ropa y bañarse. Solo después de hacer esto podrá volver al campamento.
Perdónanos nuestras ofensas, como también nosotros hemos perdonado a nuestros ofensores.
»No me refiero a todos ustedes; yo sé a quiénes he escogido. Pero esto es para que se cumpla la Escritura: “El que comparte el pan conmigo, se ha vuelto contra mí”.
Simón Pedro dijo: —Entonces, Señor, ¡no solo los pies, sino también las manos y la cabeza!
Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo!
Al que no cometió pecado alguno, por nosotros Dios lo trató como pecador, para que en él recibiéramos la justicia de Dios.
Como tenemos estas promesas, queridos hermanos, purifiquémonos de todo lo que contamina el cuerpo y el espíritu, para completar en el temor de Dios la obra de nuestra santificación.
Que Dios mismo, el Dios de paz, los santifique por completo, y conserve todo su ser —espíritu, alma y cuerpo—, irreprochable para la venida de nuestro Señor Jesucristo.
No se trata más que de regulaciones externas relacionadas con alimentos, bebidas y diversas ceremonias de purificación, que son válidas solo hasta el tiempo señalado para reformarlo todo.
Todos fallamos mucho. Si alguien nunca falla en lo que dice, es una persona perfecta, capaz también de dominar todo su cuerpo.