Acuérdate de sus juramentos al Señor, de sus promesas al Poderoso de Jacob:
Juan 12:3 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 María tomó entonces como medio litro de nardo puro, que era un perfume muy caro, y lo derramó sobre los pies de Jesús, secándoselos luego con sus cabellos. Y la casa se llenó de la fragancia del perfume. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Entonces María tomó una libra de perfume de nardo puro, de mucho precio, y ungió los pies de Jesús, y los enjugó con sus cabellos; y la casa se llenó del olor del perfume. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces María tomó un frasco con casi medio litro de un costoso perfume preparado con esencia de nardo, le ungió los pies a Jesús y los secó con sus propios cabellos. La casa se llenó de la fragancia del perfume. Biblia Católica (Latinoamericana) María, pues, tomó una libra de un perfume muy caro, hecho de nardo puro, le ungió los pies a Jesús y luego se los secó con sus cabellos, mientras la casa se llenaba del olor del perfume. La Biblia Textual 3a Edicion Y Miriam, tomando una libra de perfume de nardo puro, de mucho valor, ungió los pies de Jesús y los enjugó con sus cabellos,° y la casa se llenó de la fragancia del perfume. Biblia Serafín de Ausejo 1975 María, tomando una libra de perfume auténtico de nardo, de mucho precio, ungió los pies de Jesús y se los enjugó con los cabellos. La casa se llenó del aroma del perfume. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces María tomó una libra de ungüento de nardo puro, de mucho precio, y ungió los pies de Jesús, y los enjugó con sus cabellos; y la casa se llenó de la fragancia del ungüento. |
Acuérdate de sus juramentos al Señor, de sus promesas al Poderoso de Jacob:
Quien la domine podrá dominar el viento y retener aceite en la mano derecha.
La fragancia de tus perfumes es placentera; tu nombre es bálsamo aromático. ¡Con razón te aman las doncellas!
¡Cuán delicioso es tu amor, hermana y novia mía! ¡Más agradable que el vino es tu amor, y más que toda especia la fragancia de tu perfume!
pero solo una es necesaria. María ha escogido la mejor y nadie se la quitará.
Tú no me ungiste la cabeza con aceite, pero ella me ungió los pies con perfume.
María era la misma que ungió con perfume al Señor y le secó los pies con sus cabellos.
Dicho esto, Marta regresó a la casa y, llamando a su hermana María, le dijo en privado: —El Maestro está aquí y te llama.
Cuando María llegó adonde estaba Jesús y lo vio, se arrojó a sus pies y dijo: —Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto.
También Nicodemo, el que antes había visitado a Jesús de noche, llegó con unos treinta y tres kilogramos de una mezcla de mirra y áloe.