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Juan 11:33 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Al ver llorar a María y a los judíos que la habían acompañado, Jesús se turbó y se conmovió profundamente.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Jesús entonces, al verla llorando, y a los judíos que la acompañaban, también llorando, se estremeció en espíritu y se conmovió,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Cuando Jesús la vio llorando y vio a la gente lamentándose con ella, se enojó en su interior y se conmovió profundamente.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Al ver Jesús el llanto de María y de todos los judíos que estaban con ella, su espíritu se conmovió profundamente y se turbó.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Jesús entonces, cuando la vio llorando, y a los judíos que habían llegado con ella, se conmovió profundamente en su espíritu, y se turbó,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Jesús, al ver que ella lloraba y que también lloraban los judíos que habían venido con ella, se estremeció profundamente y se conmovió.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Jesús entonces, al verla llorando, y a los judíos que habían venido con ella, también llorando, se conmovió en espíritu y se turbó,

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Otras versiones



Juan 11:33
15 Referencias Cruzadas  

Jesús se les quedó mirando, enojado y entristecido por lo obstinados que eran, y dijo al hombre: —Extiende la mano. Así que la extendió y la mano quedó restablecida.


—¡Ah, generación incrédula! —respondió Jesús—. ¿Hasta cuándo tendré que estar con ustedes? ¿Hasta cuándo tendré que soportarlos? Tráiganme al muchacho.


y muchos judíos habían ido a casa de Marta y de María a darles el pésame por la muerte de su hermano.


Los judíos que habían estado con María en la casa, dándole el pésame, al ver que se había levantado y había salido de prisa, la siguieron, pensando que iba al sepulcro a llorar.


—¿Dónde lo han puesto? —preguntó. —Ven a verlo, Señor —le respondieron.


Conmovido una vez más, Jesús se acercó al sepulcro. Era una cueva cuya entrada estaba tapada con una piedra.


»Ahora mi alma está angustiada, ¿y acaso voy a decir: “Padre, sálvame de esta hora difícil”? ¡Si precisamente para afrontarla he venido!


Dicho esto, Jesús se angustió profundamente y afirmó: —Les aseguro que uno de ustedes me va a traicionar.


Alégrense con los que están alegres; lloren con los que lloran.


Porque no tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que ha sido tentado en todo de la misma manera que nosotros, aunque sin pecado.