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Jeremías 41:8 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Había entre ellos diez hombres que rogaron a Ismael: —¡No nos mates; tenemos escondidos en el campo trigo, cebada, aceite y miel! Ismael accedió y no los mató como a sus compañeros.

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Biblia Reina Valera 1960

Mas entre aquellos fueron hallados diez hombres que dijeron a Ismael: No nos mates; porque tenemos en el campo tesoros de trigos y cebadas y aceites y miel. Y los dejó, y no los mató entre sus hermanos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Los otros diez convencieron a Ismael que los dejara en libertad, con la promesa de traerle todo el trigo, la cebada, el aceite de oliva y la miel que habían escondido.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Sin embargo, entre esos hombres hubo diez que le dijeron a Ismael: 'Consérvanos la vida, pues tenemos escondidas, en el campo, provisiones de trigo, cebada, aceite y miel. Entonces los perdonó y no los hizo morir como a sus hermanos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Entre aquéllos fueron hallados diez hombres que dijeron a Ismael: No nos mates, porque tenemos en el campo tesoros de trigos y cebadas y aceites y miel. Y los dejó, y no los asesinó como a sus hermanos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Entre ellos, sin embargo, se encontraban diez hombres que dijeron a Ismael: 'No nos mates, que tenemos escondidas en el campo provisiones de trigo, cebada, aceite y miel'. Él, entonces, decidió no matarlos como a los restantes.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Mas entre aquellos fueron hallados diez hombres que dijeron a Ismael: No nos mates; porque tenemos en el campo tesoros de trigos, y cebadas, y aceite y miel. Y los dejó, y no los mató entre sus hermanos.

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Otras versiones



Jeremías 41:8
9 Referencias Cruzadas  

—¡Una cosa por la otra! —respondió Satanás—. Con tal de salvar la vida, el hombre da todo lo que tiene.


Con su riqueza el rico pone a salvo su vida, pero al pobre no hay quien lo reprenda.


Te daré los tesoros de las tinieblas y las riquezas guardadas en lugares secretos, para que sepas que yo soy el Señor, el Dios de Israel, que te llama por tu nombre.


El rey Asá había hecho una cisterna para defenderse de Basá, rey de Israel, y en esa fosa fue donde Ismael, hijo de Netanías, arrojó los cadáveres de los hombres que había matado, junto con Guedalías, llenándola de cadáveres.


¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero si se pierde la vida? ¿O qué se puede dar a cambio de la vida?


»Por eso les digo: No se preocupen por su vida, qué comerán o beberán; ni por su cuerpo, cómo se vestirán. ¿No tiene la vida más valor que la comida y el cuerpo más que la ropa?