Jeremías compuso un lamento por la muerte de Josías; además, hasta este día todos los cantores y las cantoras aluden a Josías en sus cantos fúnebres. Estos cantos, que se han vuelto una tradición en Israel, forman parte de las Lamentaciones.
Jeremías 4:21 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 ¿Hasta cuándo tendré que ver la bandera y escuchar el toque de la trompeta? Más versionesBiblia Reina Valera 1960 ¿Hasta cuándo he de ver bandera, he de oír sonido de trompeta? Biblia Nueva Traducción Viviente ¿Hasta cuándo tendré que ver las banderas de combate y oír el toque de trompetas de guerra? Biblia Católica (Latinoamericana) ¿Hasta cuándo tendré que ver estandartes guerreros, y soportar el sonido del clarín?' La Biblia Textual 3a Edicion ¿Hasta cuándo tendré que ver la bandera y oír sonido del shofar?° Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¿Hasta cuándo tendré que ver banderas y oír el son de la trompeta? Biblia Reina Valera Gómez (2023) ¿Hasta cuándo he de ver bandera, y he de oír sonido de trompeta? |
Jeremías compuso un lamento por la muerte de Josías; además, hasta este día todos los cantores y las cantoras aluden a Josías en sus cantos fúnebres. Estos cantos, que se han vuelto una tradición en Israel, forman parte de las Lamentaciones.
Por eso, a comienzos del año el rey Nabucodonosor mandó que lo llevaran a Babilonia, junto con los utensilios más valiosos del Templo del Señor e hizo reinar sobre Judá y Jerusalén a Sedequías, pariente de Joaquín.
Entonces él envió contra ellos al rey de los babilonios, quien dentro del mismo Templo mató con su espada a los jóvenes; no tuvo compasión de jóvenes ni de doncellas, ni de adultos ni de ancianos. A todos se los entregó Dios en sus manos.
Sin embargo, el rey de Egipto lo quitó del trono para que no reinara en Jerusalén y le impuso al país un tributo de cien talentos de plata y un talento de oro.
¡Qué angustia, qué angustia! ¡Me retuerzo de dolor! Mi corazón se agita. ¡Ay, corazón mío! ¡No puedo callarme! Puedo escuchar el toque de trompeta y el grito de guerra.
Un desastre llama a otro desastre; toda mi tierra está devastada. De repente fueron destruidas las cortinas y las tiendas donde habito.
«Mi pueblo es necio, no me conoce; son hijos insensatos que no tienen entendimiento. Son hábiles para hacer el mal; no saben hacer el bien».
sino que nos iremos a Egipto donde no veremos la guerra, ni escucharemos el sonido de la trompeta, ni pasaremos hambre y allí viviremos»,
»¡Huyan a un lugar seguro, benjamitas! ¡Huyan de Jerusalén! ¡Toquen la trompeta en Tecoa! ¡Levanten señal en Bet Haqueren! Porque una desgracia, una gran destrucción, nos amenaza desde el norte.