Se volvieron necios por sus rebeldías y fueron afligidos por sus iniquidades.
Jeremías 4:18 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 «Tu conducta y tus acciones te han causado todo esto. Este es tu castigo. ¡Qué amargo es! ¡Cómo te ha calado en el propio corazón!». Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Tu camino y tus obras te hicieron esto; esta es tu maldad, por lo cual amargura penetrará hasta tu corazón. Biblia Nueva Traducción Viviente Tus propios hechos han traído todo esto sobre ti. Este castigo es amargo; ¡te penetra hasta el corazón!”». Biblia Católica (Latinoamericana) Todo esto te mereces por tu mala conducta y por tus fechorías. Que se te parta el corazón de pena porque te rebelaste contra mí. La Biblia Textual 3a Edicion Tus caminos y tus hechos te han procurado estas cosas, Y éste es el fruto° de tu maldad; Ciertamente es amargo, Ciertamente alcanza hasta tu corazón. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Tu conducta y tus obras te causan estas cosas. Ésta es tu desgracia. ¡Qué amarga! ¡Cómo te llega al corazón! Biblia Reina Valera Gómez (2023) Tu camino y tus obras te hicieron esto, esta es tu maldad; porque es amarga, porque ha penetrado hasta tu corazón. |
Se volvieron necios por sus rebeldías y fueron afligidos por sus iniquidades.
Al malvado lo atrapan sus malas obras; las cuerdas de su pecado lo aprisionan.
Así dice el Señor: «A la madre de ustedes, yo la repudié; ¿dónde está el acta de divorcio? ¿A cuál de mis acreedores los he vendido? Por causa de sus iniquidades, fueron ustedes vendidos; por las transgresiones de ustedes fue despedida su madre.
Y el pueblo al que profetizan será arrojado a las calles de Jerusalén a causa del hambre y de la espada. No habrá quien los entierre, ni a ellos ni a sus esposas, ni a sus hijos ni a sus hijas. Y derramaré sobre ellos la calamidad que se merecen”.
¿No te ha pasado todo esto por haber abandonado al Señor tu Dios, mientras él te guiaba por el camino?
Tu maldad te castigará, tu infidelidad te recriminará. Ponte a pensar cuán malo y amargo es abandonar al Señor tu Dios y no sentir temor de mí», afirma el Señor, el Señor de los Ejércitos.
»¿Acaso Ezequías, rey de Judá, y todo su pueblo mataron a Miqueas? ¿No es verdad que Ezequías temió al Señor y pidió su ayuda, y que el Señor desistió del mal que les había anunciado? Sin embargo, nosotros estamos por provocar nuestro propio mal».
«Y cuando te pregunten: “¿Por qué el Señor nuestro Dios nos ha hecho todo esto?”, tú responderás: “Así como ustedes me han abandonado y en su propia tierra han servido a dioses extranjeros, así también en tierra extraña servirán a gente extranjera”.
Las iniquidades de ustedes les han quitado estos beneficios; sus pecados los han privado de estas bendiciones.
Escucha, tierra: Traigo sobre este pueblo una desgracia, fruto de sus maquinaciones, porque no prestaron atención a mis palabras, sino que rechazaron mi Ley.
Los traté conforme a sus impurezas y rebeliones; escondí mi rostro de ellos.
No consideran en sus corazones que yo recuerdo todas sus maldades. Sus malas acciones los tienen cercados, siempre las tengo presentes.