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Jeremías 39:12 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

«Vigílalo bien, sin hacerle ningún daño y haz con él como él mismo te diga».

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Tómale y vela por él, y no le hagas mal alguno, sino que harás con él como él te dijere.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

«Asegúrate de que no esté herido —le dijo—, trátalo bien y dale todo lo que quiera».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Tómalo y cuídalo, no le hagas ningún daño, sino que has de tratarlo como él te pida.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Tómalo y vela por él, y no le hagas daño alguno, sino trátalo como él te diga.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

'Atiéndelo, mira por él, no le hagas ningún daño, antes al contrario: pórtate con él como él te pida'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Tómalo, y mira por él, y no le hagas mal alguno; sino que harás con él como él te dijere.

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Otras versiones



Jeremías 39:12
12 Referencias Cruzadas  

Cuando el Señor aprueba la conducta de un hombre, hasta con sus enemigos lo reconcilia.


En las manos del Señor el corazón del rey son como un río: siguen el curso que el Señor les ha trazado.


¿Acaso has podido verlas? ¡No existen! Es como si les salieran alas, pues se van volando como las águilas.


El Señor dijo: «Ciertamente te libraré para bien; haré que el enemigo te suplique en tiempos de calamidad y de angustia.


«Te libraré del poder de los malvados; te rescataré de las garras de los violentos».


Los miraré favorablemente y los haré volver a esta tierra. Los edificaré y no los derribaré, los plantaré y no los arrancaré.


Nabuzaradán, comandante de la guardia, Nebusazbán, un oficial principal, Nergal Sarézer, un alto funcionario, y todos los demás oficiales del rey de Babilonia


No obstante, hoy te libero de las cadenas que te sujetan las manos. Si quieres venir conmigo a Babilonia, ven, que yo te cuidaré. Pero si no quieres, no lo hagas. Mira, tienes ante tus ojos toda la tierra: ve adonde más te convenga».


Aunque vayan al destierro cautivos por sus enemigos, allí ordenaré que los mate la espada. »Para mal y no para bien, fijaré en ellos mis ojos».


y lo libró de todas sus desgracias. Le dio sabiduría para ganarse el favor del faraón, rey de Egipto, quien lo nombró gobernador del país y del palacio real.