Pero a los menesterosos los salva de la opresión de los poderosos y de su lengua viperina.
Jeremías 39:11 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 En cuanto a Jeremías, el rey Nabucodonosor de Babilonia había dado la siguiente orden a Nabuzaradán, el comandante de la guardia: Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y Nabucodonosor había ordenado a Nabuzaradán capitán de la guardia acerca de Jeremías, diciendo: Biblia Nueva Traducción Viviente El rey Nabucodonosor había ordenado a Nabuzaradán, capitán de la guardia, que encontrara a Jeremías. Biblia Católica (Latinoamericana) Respecto a Jeremías, Nabucodonosor, rey de Babilonia, había dado esta orden a Nebuzardán, comandante de la guardia: La Biblia Textual 3a Edicion En cuanto a Jeremías, Nabucodonosor había ordenado a Nabuzaradán, capitán de la guardia, diciéndole: Biblia Serafín de Ausejo 1975 Nabucodonosor, rey de Babilonia, había dado a Nabuzardán, jefe de la escolta, la siguiente orden con respecto a Jeremías: Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Nabucodonosor, rey de Babilonia, había ordenado a Nabuzaradán, capitán de la guardia, acerca de Jeremías, diciendo: |
Pero a los menesterosos los salva de la opresión de los poderosos y de su lengua viperina.
Así es como los pobres recobran la esperanza y a la injusticia se le tapa la boca.
No tengas temor delante de ellos que yo estoy contigo para librarte», afirma el Señor.
El Señor dijo: «Ciertamente te libraré para bien; haré que el enemigo te suplique en tiempos de calamidad y de angustia.
Haré que seas para este pueblo como invencible muro de bronce; pelearán contra ti, pero no te podrán vencer, porque yo estoy contigo para salvarte y librarte», afirma el Señor.
«Te libraré del poder de los malvados; te rescataré de las garras de los violentos».
Pero ni Sedequías ni sus siervos ni la gente de Judá hicieron caso a las palabras que el Señor había hablado a través del profeta Jeremías.
La palabra del Señor vino a Jeremías después de que Nabuzaradán, el comandante de la guardia, lo había dejado libre en Ramá. Allí lo había encontrado Nabuzaradán preso y encadenado, entre todos los cautivos de Judá y Jerusalén que eran deportados a Babilonia.
No obstante, hoy te libero de las cadenas que te sujetan las manos. Si quieres venir conmigo a Babilonia, ven, que yo te cuidaré. Pero si no quieres, no lo hagas. Mira, tienes ante tus ojos toda la tierra: ve adonde más te convenga».
A los diez días del mes quinto del año diecinueve del reinado de Nabucodonosor, rey de Babilonia, su servidor Nabuzaradán, que era el comandante de la guardia, fue a Jerusalén
Luego ordenó al centurión que mantuviera custodiado a Pablo, pero que le diera cierta libertad y que no impidiera que sus amigos lo atendieran.