Sin embargo, dejó a algunos de los más pobres para que se encargaran de los viñedos y de los campos.
Jeremías 39:10 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Nabuzaradán, comandante de la guardia, solo dejó en el territorio de Judá a algunos de los más pobres, que no poseían nada. En aquel día les asignó campos y viñedos. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Pero Nabuzaradán capitán de la guardia hizo quedar en tierra de Judá a los pobres del pueblo que no tenían nada, y les dio viñas y heredades. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero Nabuzaradán permitió que algunos de los más pobres se quedaran en la tierra de Judá, y los hizo responsables de cuidar los viñedos y los campos. Biblia Católica (Latinoamericana) En cuanto a los pobres, que no poseían ninguna cosa, los dejó en la tierra de Judá, dándoles, al mismo tiempo, viñas y campos. La Biblia Textual 3a Edicion Pero Nabuzaradán, capitán de la guardia, hizo que los más pobres del pueblo, los que no tenían nada, permanecieran en tierra de Judá, y les dio viñedos y heredades. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero de la gente pobre que no tenía nada, Nabuzardán, jefe de la escolta, dejó una parte en el país de Judá y les dio aquel día viñas y campos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero Nabuzaradán, capitán de la guardia, dejó en tierra de Judá a los más pobres del pueblo, que no tenían nada, y en ese tiempo les dio viñas y campos. |
Sin embargo, dejó a algunos de los más pobres para que se encargaran de los viñedos y de los campos.
Yo me quedaré en Mizpa, para representarlos ante los babilonios que vengan a vernos. Pero ustedes, comiencen a almacenar en recipientes vino, frutos de verano y aceite, y vivan en las ciudades que han ocupado».
Cuando todos los oficiales y soldados del ejército que estaban en el campo se enteraron de que el rey de Babilonia había puesto a Guedalías, hijo de Ajicán, como gobernador del país, y de que le había confiado el cuidado de hombres, mujeres y niños, así como de los más pobres del país que no habían sido deportados a Babilonia,
los hombres, las mujeres y los niños, las hijas del rey y todos los que Nabuzaradán, comandante de la guardia, había confiado a Guedalías, hijo de Ajicán y nieto de Safán; también a Jeremías el profeta y a Baruc, hijo de Nerías.
Sin embargo, dejó a algunos de los más pobres para que se encargaran de los viñedos y de los campos.
«Hijo de hombre, la gente que vive en esas ruinas en la tierra de Israel anda diciendo: “Si Abraham, que era uno solo, llegó a poseer todo el país, con mayor razón nosotros, que somos muchos, habremos de recibir la tierra en posesión”.
Así que me dediqué a pastorear las ovejas que habían sido destinadas al matadero, las oprimidas del rebaño. Tomé dos varas de pastor: a una le puse por nombre Gracia y a la otra Unión. Luego me dediqué a cuidar del rebaño.