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Jeremías 23:16 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Así dice el Señor de los Ejércitos: «No escuchen lo que dicen los profetas, pues alientan en ustedes falsas esperanzas; cuentan visiones que se han imaginado y que no proceden de la boca del Señor.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Así ha dicho Jehová de los ejércitos: No escuchéis las palabras de los profetas que os profetizan; os alimentan con vanas esperanzas; hablan visión de su propio corazón, no de la boca de Jehová.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Esto dice el Señor de los Ejércitos Celestiales a su pueblo: «No escuchen a estos profetas cuando ellos les profeticen, llenándolos de esperanzas vanas. Todo lo que dicen son puros inventos. ¡No hablan de parte del Señor!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Esto dice Yavé: No escuchen las palabras de estos profetas que profetizan para ustedes, porque los engañan contándoles las visiones de su propia imaginación y no lo que sale de la boca de Yavé.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Así dice YHVH Sebaot: No escuchéis a los profetas que os profetizan: Os llenan de vanas esperanzas, Visión sacada de su propio corazón, No de la boca de YHVH.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Así dice Yahveh Sebaot: 'No escuchéis las palabras de los profetas que os profetizan, porque os engañan: os cuentan la visión de su fantasía, no la de la boca de Yahveh.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Así dice Jehová de los ejércitos: No escuchéis las palabras de los profetas que os profetizan; os hacen vanos; hablan visión de su propio corazón, y no de la boca de Jehová.

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Otras versiones



Jeremías 23:16
26 Referencias Cruzadas  

Sedequías, hijo de Quenaná, que se había hecho unos cuernos de hierro, anunció: «Así dice el Señor: “Con estos cuernos atacarás a los arameos hasta aniquilarlos”».


Rechazaron los estatutos y mandatos del Señor y el pacto que él había hecho con sus antepasados. Se fueron tras ídolos inútiles, de modo que se volvieron inútiles ellos mismos; y aunque el Señor lo había prohibido, siguieron las costumbres de las naciones vecinas.


Así que el rey de Israel reunió a los profetas, que eran cuatrocientos y les preguntó: —¿Debemos ir a la guerra contra Ramot de Galaad o no? —Vaya usted —contestaron ellos—, porque Dios la entregará en manos de Su Majestad.


Hijo mío, si dejas de atender a las enseñanzas, te apartarás de las palabras sabias.


El Señor me contestó: «Esos profetas están profetizando mentiras en mi nombre. Yo no los he enviado, ni he dado ninguna orden, ni siquiera les he hablado. Lo que están profetizando son visiones engañosas, adivinaciones vanas y delirios de su propia imaginación.


Así dice el Señor: «¿Qué injusticia vieron en mí sus antepasados que se alejaron tanto de mí? Se fueron tras ídolos sin valor y en algo sin valor se convirtieron.


Yo no envié a esos profetas, pero ellos corrieron a llevar sus mensajes; ni siquiera hablé, pero ellos profetizaron.


¿Hasta cuándo continuarán los profetas hablando mentiras y delirios de sus propios corazones?


Porque cometieron una infamia en Israel: adulteraron con la mujer de su prójimo y dijeron mentiras en mi nombre, cosas que jamás ordené. Yo lo sé y de eso soy testigo», afirma el Señor.


Así dice el Señor de los Ejércitos, el Dios de Israel: «No se dejen engañar por los profetas ni por los adivinos que están entre ustedes. No hagan caso de los sueños que ellos tienen.


¿Quién es tan sabio como para entender esto? ¿A quién habló el Señor para que lo anuncie? ¿Por qué está arruinado el país, desolado como un desierto por el que nadie pasa?


Escuchen, mujeres, la palabra del Señor; reciban sus oídos la palabra de su boca. Enseñen a sus hijas a entonar endechas; que unas a otras se enseñen este lamento:


Las puertas se han desplomado; él rompió por completo sus cerrojos. Su rey y sus príncipes andan entre las naciones; ya no hay Ley y sus profetas no reciben visiones de parte del Señor.


esos profetas de Israel que profetizaban acerca de Jerusalén tenían visiones falsas; les anunciaban visiones de paz, cuando no había paz, afirma el Señor y Dios”.


Por eso ya no volverán a tener visiones falsas ni a practicar la adivinación. Yo rescataré a mi pueblo del poder de ustedes y así sabrán que yo soy el Señor”».


Así dice el Señor y Dios: “¡Ay de los profetas insensatos que, sin haber recibido ninguna visión, siguen su propio espíritu!


Sus visiones son falsas y mentirosas sus adivinaciones. Dicen: ‘Lo afirma el Señor’, pero el Señor no los ha enviado; sin embargo, ellos esperan que se cumpla su palabra.


Los profetas todo lo disfrazan mediante visiones falsas y predicciones mentirosas. Alegan que lo ha dicho el Señor y Dios, cuando en realidad el Señor no les ha dicho nada.


Si con la intención de mentirles llega algún engañador prometiendo abundancia de vino y cerveza, este pueblo lo verá como un profeta.


»Cuídense de los falsos profetas. Vienen a ustedes disfrazados de ovejas, pero por dentro son lobos feroces.


A pesar de haber conocido a Dios, no lo glorificaron como a Dios ni le dieron gracias, sino que se extraviaron en sus inútiles razonamientos y se les oscureció su insensato corazón.


Queridos hermanos, no crean a cualquier espíritu, sino sométanlo a prueba para ver si es de Dios, porque han salido por el mundo muchos falsos profetas.