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Jeremías 20:8 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Cada vez que hablo es para gritar: «¡Violencia! ¡Destrucción!». Por eso la palabra del Señor fue cada día para mí una deshonra y una burla.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Porque cuantas veces hablo, doy voces, grito: Violencia y destrucción; porque la palabra de Jehová me ha sido para afrenta y escarnio cada día.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Cuando hablo, me brotan las palabras. Grito: «¡Violencia y destrucción!». Así que estos mensajes del Señor me han convertido en objeto de burla.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Pues me pongo a hablar, y son amenazas, no les anuncio más que violencias y saqueos. La palabra de Yavé me acarrea cada día humillaciones e insultos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Porque siempre que hablo, Que grito, que proclamo: ¡Violencia y destrucción!, La palabra de YHVH se me vuelve objeto de burla y oprobio todo el día.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Siempre que hablo, tengo que gritar: ¡violencia y opresión! Esto es lo que proclamo. La palabra de Yahveh me resulta oprobio y escarnio todo el día.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Porque desde que hablo, doy voces, grito: Violencia y destrucción; porque la palabra de Jehová me ha sido para afrenta y escarnio cada día.

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Otras versiones



Jeremías 20:8
26 Referencias Cruzadas  

De Jericó, Eliseo se dirigió a Betel. Iba subiendo por el camino cuando unos muchachos salieron de la ciudad y empezaron a burlarse de él. «¡Vete, viejo calvo! —le gritaban—. ¡Vete, viejo calvo!».


Pero ellos se burlaban de los mensajeros de Dios, tenían en poco sus palabras, y se mofaban de sus profetas. Por fin, el Señor desató su ira contra el pueblo y ya no hubo remedio.


¿De quién quieren burlarse? ¿A quién hacen muecas despectivas y le sacan la lengua? ¿Acaso no son ustedes una camada de rebeldes y una descendencia de mentirosos?


¡Ay de mí, madre mía, que me diste a luz como hombre de contiendas y disputas contra toda la nación! No he prestado ni me han prestado, pero todos me maldicen.


Tú comprendes, Señor; ¡acuérdate de mí y cuídame! ¡Toma venganza de los que me persiguen! Tú eres lento para la ira, no permitas que sea yo arrebatado; sabes que por ti sufro injurias.


Pero si no obedecen en consagrar el día sábado y permiten que entren cargas por las puertas de Jerusalén en sábado, entonces prenderé fuego a sus puertas que no podrá ser apagado y que consumirá los palacios de Jerusalén’ ”».


¡Me sedujiste, Señor, y yo me dejé seducir! Fuiste más fuerte que yo y me venciste. Todo el mundo se burla de mí; se ríen de mí todo el tiempo.


Los profetas que nos han precedido profetizaron guerra, hambre y pestilencia contra numerosas naciones y grandes reinos.


«Recorran las calles de Jerusalén, observen con cuidado, busquen por las plazas. Si encuentran una sola persona que practique la justicia y busque la verdad, yo perdonaré a esta ciudad.


Por eso los herirá el león de la selva y los despedazará el lobo del desierto; frente a sus ciudades está el leopardo al acecho y todo el que salga de ellas será despedazado, pues son muchas sus rebeliones y numerosas sus infidelidades.


¿A quién hablaré? ¿A quién advertiré? ¿Quién podrá escucharme? Tienen tapados los oídos y no pueden comprender. La palabra del Señor los ofende; no se complacen en ella.


»”Roban, matan, cometen adulterio, juran con falsedad, queman incienso a Baal, siguen a otros dioses que jamás conocieron.


¿Por qué me haces presenciar tanta iniquidad? ¿Por qué toleras la maldad? Veo ante mis ojos destrucción y violencia; surgen riñas y abundan las contiendas.


Uno de los expertos en la Ley le respondió: —Maestro, al hablar así nos insultas también a nosotros.


Consideró que la deshonra por causa de Cristo era una mayor riqueza que los tesoros de Egipto, porque tenía la mirada puesta en la recompensa.


Por lo tanto, salgamos a su encuentro fuera del campamento, llevando la deshonra que él llevó,


Dichosos ustedes si los insultan por causa del nombre de Cristo, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre ustedes.