Derramaron sangre inocente, la sangre de sus hijos y sus hijas. Al ofrecerlos en sacrificio a los ídolos de Canaán, su sangre derramada contaminó la tierra.
Jeremías 16:18 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Primero les pagaré el doble por su iniquidad y su pecado, porque con los cadáveres de sus ídolos detestables han profanado mi tierra y han llenado mi herencia con sus abominaciones». Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Pero primero pagaré al doble su iniquidad y su pecado; porque contaminaron mi tierra con los cadáveres de sus ídolos, y de sus abominaciones llenaron mi heredad. Biblia Nueva Traducción Viviente Duplicaré su castigo por todos sus pecados, porque han contaminado mi tierra con las imágenes sin vida de sus detestables dioses y han llenado mi territorio con sus hechos malignos». Biblia Católica (Latinoamericana) Les haré pagar el doble por su crimen y sus pecados, ya que profanaron mi tierra con los cadáveres de sus ídolos y llenaron mi propiedad con sus abominaciones. La Biblia Textual 3a Edicion Pero primero Yo pagaré al doble su iniquidad y su pecado, porque contaminaron mi tierra con la carroña de sus ídolos detestables. En verdad han llenado mi heredad con sus cosas abominables. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Por eso quiero pagar su iniquidad y su pecado con el doble, porque han profanado mi país con los cadáveres de sus ídolos y han llenado mi heredad con sus abominaciones. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y primero pagaré al doble su iniquidad y su pecado; porque han contaminado mi tierra, han llenado mi heredad con los cadáveres de sus cosas detestables y abominables. |
Derramaron sangre inocente, la sangre de sus hijos y sus hijas. Al ofrecerlos en sacrificio a los ídolos de Canaán, su sangre derramada contaminó la tierra.
La tierra yace profanada, pisoteada por sus habitantes, porque han desobedecido las leyes, han violado los estatutos, han quebrantado el pacto eterno.
Hablen con ternura a Jerusalén y anúncienle que ya ha cumplido servicio obligatorio, que ya ha pagado por su iniquidad, que ya ha recibido de la mano del Señor el doble por todos sus pecados.
En vez de su vergüenza, mi pueblo recibirá doble porción; en vez de deshonra, se regocijará en su herencia; y así en su tierra recibirá doble herencia y su alegría será eterna.
»Ante mí ha quedado escrito; no guardaré silencio. Les daré su merecido; lo sufrirán en carne propia,
tanto por las iniquidades de ustedes como por las de sus antepasados», dice el Señor. «Por cuanto ellos quemaron incienso en las montañas y me desafiaron en las colinas, les haré sufrir en carne propia las consecuencias de sus acciones pasadas».
¡No me pongas a mí en vergüenza; avergüénzalos a ellos! ¡No me llenes de terror a mí; aterrorízalos a ellos! Envíales tiempos de calamidad; ¡destrózalos y vuelve a destrozarlos!
Yo los traje a una tierra fértil, para que comieran de sus buenos frutos. Pero ustedes vinieron y contaminaron mi tierra; hicieron de mi heredad algo abominable.
Como Israel no tuvo ningún reparo en prostituirse, contaminó la tierra y cometió adulterio al adorar ídolos de piedra y de madera.
Una y otra vez envié a mis siervos los profetas para que les advirtieran que no incurrieran en estas cosas tan abominables que yo detesto.
»”La gente de Judá ha hecho el mal que yo detesto —afirma el Señor. Han profanado la casa que lleva mi Nombre al colocar allí sus ídolos abominables.
»”Ellos volverán a su tierra y echarán de allí a los ídolos detestables y pondrán fin a todas las abominaciones.
Pero a los que van tras esos ídolos detestables y siguen prácticas abominables, yo les pediré cuentas de su conducta”», afirma el Señor y Dios.
Por eso, por haber derramado tanta sangre sobre la tierra y por haberla contaminado con sus ídolos, desaté mi furor contra ellos.
»Por tanto, tan cierto como que yo vivo, declara el Señor y Dios: como ustedes han profanado mi santuario con sus ídolos repugnantes y con prácticas detestables, yo mismo los destruiré sin piedad ni compasión.
Han llegado los días del castigo, han llegado los días de la retribución. ¡Que lo sepa Israel! Es tan grande tu maldad y tan intensa tu hostilidad, que al profeta se le tiene por necio, y al hombre inspirado, por loco.
Destruiré sus altares paganos, demoleré sus altares de incienso y amontonaré sus cadáveres sobre las figuras sin vida de sus ídolos. Volcaré mi odio sobre ustedes;
¡Levántense! ¡Pónganse en marcha, que este no es un lugar de reposo! ¡Está contaminado, destruido sin remedio!
Páguenle con la misma moneda; denle el doble de lo que ha cometido, y en la misma copa en que ella preparó bebida mézclenle una doble porción.