Jeremías 15:11 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 El Señor dijo: «Ciertamente te libraré para bien; haré que el enemigo te suplique en tiempos de calamidad y de angustia. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 ¡Sea así, oh Jehová, si no te he rogado por su bien, si no he suplicado ante ti en favor del enemigo en tiempo de aflicción y en época de angustia! Biblia Nueva Traducción Viviente El Señor respondió: —Yo cuidaré de ti, Jeremías; tus enemigos te pedirán que ruegues a su favor en tiempos de aflicción y angustia. Biblia Católica (Latinoamericana) Di, Yavé, si no te he servido bien: ¿no intercedí ante ti, por mis enemigos, en el tiempo de la desgracia y de la angustia? Tú lo sabes. La Biblia Textual 3a Edicion ¡Sea así, oh YHVH, Si no te he rogado por su bien, Si no he intercedido en favor de mi enemigo, En tiempo de aflicción y en época de angustia! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Sí, Yahveh; es cierto que te serví obrando bien, es cierto que intercedí ante ti por mi enemigo en tiempo de desgracia y en tiempo de angustia. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Dijo Jehová: De cierto tu remanente estará bien; de cierto haré que el enemigo te implore en el tiempo de aflicción, y en el tiempo de angustia. |
Cuando te llamé, me respondiste; me infundiste ánimo y renovaste mis fuerzas.
Cuando el Señor aprueba la conducta de un hombre, hasta con sus enemigos lo reconcilia.
En las manos del Señor el corazón del rey son como un río: siguen el curso que el Señor les ha trazado.
El pecador puede hacer lo malo cien veces y vivir muchos años; pero sé también que le irá mejor a quien teme a Dios y le guarda reverencia.
Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con la diestra de mi justicia.
«Consulta ahora al Señor por nosotros, porque Nabucodonosor, rey de Babilonia, nos está atacando. Tal vez el Señor haga una de sus maravillas como en tiempos pasados y lo obligue a retirarse».
El rey Sedequías mandó que trajeran a Jeremías al palacio y allí le preguntó en secreto: —¿Has recibido alguna palabra del Señor? —Sí —respondió Jeremías—, usted será entregado en manos del rey de Babilonia.
No obstante, el rey Sedequías envió a Jucal, hijo de Selemías, y al sacerdote Sofonías, hijo de Maseías, a decirle al profeta Jeremías: «Ora por nosotros al Señor nuestro Dios».
El rey Sedequías mandó que llevaran a Jeremías a la tercera entrada del Templo del Señor y allí le dijo: —Te voy a preguntar algo; por favor, no me ocultes nada.
y dijeron al profeta Jeremías: —Por favor, atiende a nuestra súplica y ruega al Señor tu Dios por todo este remanente. Como podrás darte cuenta, antes éramos muchos, pero ahora quedamos solo unos cuantos.