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Génesis 45:2 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

comenzó a llorar tan fuerte que los egipcios se enteraron y la noticia llegó hasta la casa del faraón.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Entonces se dio a llorar a gritos; y oyeron los egipcios, y oyó también la casa de Faraón.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Entonces perdió el control y se echó a llorar. Lloraba con tanta fuerza que los egipcios podían oírlo, y la noticia pronto llegó hasta el palacio del faraón.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

pero rompió a llorar tan fuerte que lo oyeron los egipcios y los servidores de Faraón.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Entonces alzó su voz en llanto, y lo oyeron los egipcios y lo oyó la casa de Faraón.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Después José dio rienda suelta a su llanto, de suerte que le oyeron los egipcios, y llegó la noticia a la casa del Faraón.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Entonces se dio a llorar a gritos; y oyeron los egipcios, y oyó también la casa de Faraón.

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Otras versiones



Génesis 45:2
10 Referencias Cruzadas  

José se apartó de ellos y se echó a llorar. Luego volvió y habló con ellos, apartó a Simeón y ordenó que lo ataran en presencia de ellos.


Conmovido por la presencia de su hermano y no pudiendo contener el llanto, José salió de prisa. Entró en su habitación y allí se echó a llorar.


Y abrazó José a su hermano Benjamín y comenzó a llorar. Benjamín a su vez también lloró abrazado a su hermano José.


Luego José, bañado en lágrimas, besó a todos sus hermanos. Solo entonces se animaron ellos a hablarle.


José hizo que prepararan su carruaje y salió a Gosén para recibir a su padre Israel. Cuando se encontraron, José se fundió con su padre en un abrazo y durante un largo rato lloró sobre su hombro.


«Recuerda, Señor, que yo me he conducido delante de ti con lealtad e integridad y he hecho lo que te agrada». Y Ezequías lloró amargamente.


Sobre la casa real de David y los habitantes de Jerusalén derramaré el Espíritu de gracia y de súplica. Entonces me mirarán a mí, a quien traspasaron, y harán lamentación con duelo como por su hijo único. Llorarán amargamente, como quien llora por su primogénito.


Aquella noche toda la comunidad israelita se puso a gritar y a llorar.


Todos lloraban inconsolablemente mientras lo abrazaban y lo besaban.


Que el Señor les conceda hallar seguridad en un nuevo hogar al lado de un nuevo esposo. Luego las besó. Pero ellas, deshechas en llanto,