La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




Génesis 38:16 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

No sabiendo que era su nuera, se acercó a la orilla del camino y dijo: —Deja que me acueste contigo. —¿Qué me das si te digo que sí? —preguntó ella.

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Y se apartó del camino hacia ella, y le dijo: Déjame ahora llegarme a ti: pues no sabía que era su nuera; y ella dijo: ¿Qué me darás por llegarte a mí?

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

Entonces se detuvo y le hizo una propuesta indecente: —Déjame tener sexo contigo —le dijo, sin darse cuenta de que era su propia nuera. —¿Cuánto me pagarás por tener sexo contigo? —preguntó Tamar.

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

Se acercó a ella y le dijo: 'Déjame que me acueste contigo'; pues no sabía que era su nuera. Ella le dijo: '¿Y qué me vas a dar para esto?'

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

Y se desvió del camino hacia ella, y le dijo: Vamos ahora, y me llegaré a ti (pues no sabía que era su nuera). Y dijo: ¿Qué me darás para que te llegues a mí?

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Se dirigió a ella al lado del camino, y sin echar de ver que era su nuera, le dijo: 'Vamos, déjame estar contigo'. Díjole ella: '¿Qué me vas a dar por estar conmigo?'.

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y se apartó del camino hacia ella, y le dijo: Vamos, déjame ahora allegarme a ti; pues no sabía que era su nuera; y ella dijo: ¿Qué me darás si te allegares a mí?

Ver Capítulo
Otras versiones



Génesis 38:16
7 Referencias Cruzadas  

Cuando Judá la vio con el rostro cubierto, la tomó por una prostituta.


—Te mandaré uno de los cabritos de mi rebaño —respondió Judá. —Está bien —respondió ella—, pero déjame algo en garantía hasta que me lo mandes.


pero cuando se acercó para darle de comer, él la agarró por la fuerza y dijo: —¡Ven, hermana mía, acuéstate conmigo!


A todas las prostitutas se les paga; tú, en cambio, pagas a tus amantes. Los sobornas para que vengan de todas partes a acostarse contigo.


—¿Cuánto me dan y yo les entrego a Jesús? —propuso. Decidieron pagarle treinta monedas de plata.


No lleves a la casa del Señor tu Dios dinero ganado en la prostitución ritual, tanto femenina como masculina; no pagues con ese dinero ninguna ofrenda prometida, porque unos y otros son abominables al Señor tu Dios.


Porque el amor al dinero es la raíz de toda clase de males. Por codiciarlo, algunos se han desviado de la fe y se han causado muchísimos sinsabores.