Después de mucho tiempo, murió la esposa de Judá, la hija de Súa. Al concluir el tiempo de duelo, Judá fue al pueblo de Timná para esquilar sus ovejas. Lo acompañó su amigo Hirá, el adulamita.
Génesis 38:1 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Por esos días, Judá se apartó de sus hermanos y se fue a vivir a la casa de un hombre llamado Hirá, residente del pueblo de Adulán. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Aconteció en aquel tiempo, que Judá se apartó de sus hermanos, y se fue a un varón adulamita que se llamaba Hira. Biblia Nueva Traducción Viviente En esos días, Judá dejó su casa y se fue a Adulam, donde se quedó con un hombre llamado Hira. Biblia Católica (Latinoamericana) Por aquel tiempo Judá se separó de sus hermanos y bajó donde un tal Jirá, que era de Adulam. La Biblia Textual 3a Edicion Había ya acontecido en este tiempo, que separándose Judá de sus hermanos, se relacionó° con un adulamita° cuyo nombre era Hira. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Por aquel tiempo Judá bajó de donde estaban sus hermanos y se dirigió a la casa de un hombre de Adulán, llamado Jirá. Judá vio allí a la hija de un cananeo llamado Súa, la tomó por mujer y se unió a ella. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y aconteció en aquel tiempo, que Judá descendió de donde estaban sus hermanos, y se fue a un varón adulamita, que se llamaba Hira. |
Después de mucho tiempo, murió la esposa de Judá, la hija de Súa. Al concluir el tiempo de duelo, Judá fue al pueblo de Timná para esquilar sus ovejas. Lo acompañó su amigo Hirá, el adulamita.
Más tarde, Judá envió el cabrito por medio de su amigo adulamita para recuperar las prendas que había dejado con la mujer; pero su amigo no dio con ella.
En otra ocasión, tres de los treinta más valientes fueron a la cueva de Adulán, donde estaba David. Era el comienzo de la siega y una tropa filistea acampaba en el valle de Refayin.
Un día, cuando Eliseo pasaba por Sunem, cierta mujer de buena posición le insistió que comiera en su casa. Desde entonces, siempre que pasaba por ese pueblo, comía allí.
El que con sabios anda, sabio se vuelve; el que con necios se junta, saldrá mal parado.
Habitantes de Maresá, yo enviaré contra ustedes un conquistador y hasta Adulán irán a parar los nobles de Israel.
Jael salió al encuentro de Sísara y le dijo: —¡Adelante, mi señor! Entre usted por aquí. No tenga miedo. Sísara entró en la tienda y ella lo cubrió con una manta.
David se fue de Gat y huyó a la cueva de Adulán. Cuando sus hermanos y el resto de la familia se enteraron, fueron a verlo allí.