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Génesis 34:8 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Pero Jamor les dijo: —Mi hijo Siquén está enamorado de la hermana de ustedes. Por favor, permitan que ella se case con él.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Y Hamor habló con ellos, diciendo: El alma de mi hijo Siquem se ha apegado a vuestra hija; os ruego que se la deis por mujer.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Hamor habló con Jacob y con sus hijos: —Mi hijo Siquem está verdaderamente enamorado de su hija —dijo—. Por favor, permítanle casarse con ella.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Hamor habló con ellos y les dijo: 'Siquem, mi hijo, está enamorado de la hermana de ustedes. Les ruego que se la den por esposa.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Pero Hamor habló con ellos, diciendo: El alma de mi hijo Siquem se ha apegado a vuestra hija, os ruego se la deis por mujer.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Jamor habló con ellos y les dijo: 'Siquén, mi hijo, se ha enamorado de vuestra hija; dádsela, os ruego, por esposa.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y Hamor habló con ellos, diciendo: El alma de mi hijo Siquem se ha apegado a vuestra hija; os ruego que se la deis por esposa.

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Otras versiones



Génesis 34:8
9 Referencias Cruzadas  

Pero luego se enamoró de ella y trató de ganarse su afecto.


Cuando los hijos de Jacob volvieron del campo y se enteraron de lo sucedido, quedaron muy dolidos y a la vez llenos de ira. Siquén había cometido una ofensa muy grande contra Israel al acostarse con su hija; era algo que nunca debió haber hecho.


Háganse parientes nuestros. Intercambiemos nuestras hijas en casamiento.


que procedían de naciones de las cuales el Señor había dicho a los israelitas: «No se unan a ellas ni ellas a ustedes, porque de seguro les desviarán el corazón para que sigan a otros dioses». Con tales mujeres se unió Salomón y decidió amarlas.


Como el esclavo que espera con ansias la noche, como el jornalero que ansioso espera su paga,


Se consume mi alma deseando tus leyes en todo tiempo.


Oh Dios, tú eres mi Dios; yo te busco intensamente. Mi alma tiene sed de ti; todo mi ser te anhela, cual tierra seca, sedienta y sin agua.


Anhelo con el alma los atrios del Señor; casi agonizo por estar en ellos. Con el corazón, con todo el cuerpo, canto alegre al Dios vivo.


Jamás volverán al país al que tanto anhelan volver».