y júrame por el Señor, el Dios del cielo y de la tierra, que no tomarás de esta tierra de Canaán, donde yo habito, una mujer para mi hijo
Génesis 26:34 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Esaú tenía cuarenta años cuando se casó con Judit hija de Beerí, el hitita. También se casó con Basemat, hija de un hitita llamado Elón. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y cuando Esaú era de cuarenta años, tomó por mujer a Judit hija de Beeri heteo, y a Basemat hija de Elón heteo; Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando Esaú tenía cuarenta años, se casó con dos mujeres hititas: Judit, hija de Beeri, y Basemat, hija de Elón; Biblia Católica (Latinoamericana) Cuando Esaú tenía cuarenta años, tomó por esposa a Judit, hija de Berí el heteo, y a Basemat, hija de Elón, heteo también. La Biblia Textual 3a Edicion Era Esaú de cuarenta años cuando tomó por mujer a Judit, hija del heteo Beeri, y a Bosemat, hija del heteo Elón. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cuando Esaú tenía cuarenta años tomó por mujeres a Judit, hija de Beerí, el hitita, y a Basmat, hija de Elón, el hitita, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Esaú tenía cuarenta años cuando tomó por esposa a Judit hija de Beeri heteo, y a Basemat, hija de Elón heteo: |
y júrame por el Señor, el Dios del cielo y de la tierra, que no tomarás de esta tierra de Canaán, donde yo habito, una mujer para mi hijo
Luego Rebeca dijo a Isaac: —Estas mujeres hititas me tienen cansada. Me han quitado las ganas de vivir. Si Jacob se llega a casar con una de las hititas que viven en este país, ¡más me valdría morir!
Por eso, aunque ya tenía otras esposas cananeas, Esaú fue hasta donde vivía Ismael, hijo de Abraham, y se casó con su hija Majalat, que era hermana de Nebayot.
Los hijos de Reuel fueron: Najat, Zera, Sama y Mizá. Estos fueron los nietos de Basemat, esposa de Esaú.
Esaú se casó con mujeres cananeas: con Ada, hija de Elón, el hitita; con Aholibama, hija de Aná y nieta de Zibeón, el heveo;
con Aholibama, a Jeús, Jalán y Coré. Estos fueron los hijos que tuvo Esaú mientras vivía en la tierra de Canaán.
Y si casas a tu hijo con una de sus mujeres, cuando ella se prostituya por ir tras sus dioses, inducirá a tu hijo a hacer lo mismo.
Pero en vista de tanta inmoralidad, cada hombre debe tener su propia esposa y cada mujer su propio esposo.
y también de que nadie sea inmoral ni profano como Esaú, quien por un plato de comida vendió sus derechos de primogénito.
David entonces preguntó a Ajimélec, el hitita, y a Abisay, hijo de Sarvia, hermano de Joab: —¿Quién quiere venir conmigo al campamento de Saúl? —Yo voy contigo —respondió Abisay.