Por favor, di que eres mi hermana para que gracias a ti me vaya bien y me dejen con vida».
Génesis 20:5 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Como Abraham me dijo que ella era su hermana, y ella me lo confirmó, yo hice todo esto con la conciencia tranquila y con las manos limpias. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 ¿No me dijo él: Mi hermana es; y ella también dijo: Es mi hermano? Con sencillez de mi corazón y con limpieza de mis manos he hecho esto. Biblia Nueva Traducción Viviente ¿Acaso no me dijo Abraham: “Ella es mi hermana”? Y ella misma dijo: “Sí, él es mi hermano”. ¡Yo he actuado con total inocencia! Mis manos están limpias. Biblia Católica (Latinoamericana) El me dijo que era su hermana, y ella también me dijo: 'Es mi hermano'. Yo he actuado con corazón sencillo y con manos limpias. La Biblia Textual 3a Edicion ¿no me dijo él: ella es mi hermana, y ella también dijo: es mi hermano? Con integridad de corazón y limpieza de manos he hecho esto. Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¿No me dijo él: 'Es mi hermana'? ¿Y no me ha dicho también ella: 'Es mi hermano'? Con sencillez de mi corazón y pureza de mis manos hice yo esto'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) ¿No me dijo él: Mi hermana es; y ella también dijo: Es mi hermano? Con sencillez de mi corazón, y con limpieza de mis manos he hecho esto. |
Por favor, di que eres mi hermana para que gracias a ti me vaya bien y me dejen con vida».
Cuando Dios me ordenó dejar la casa de mi padre y andar errante, yo le dije a mi esposa: “Te pido que muestres tu amor por mí y que dondequiera que vayamos, digas siempre que soy tu hermano”.
Mientras a Sara le dijo: —He dado a tu hermano mil piezas de plata, que servirán de compensación por todo lo que te ha pasado; así todos sabrán que eres inocente.
»En cuanto a ti, si me sigues con integridad y honestidad, como lo hizo tu padre David, y me obedeces en todo lo que yo te ordene y cumples mis estatutos y leyes,
«Recuerda, Señor, que yo me he conducido delante de ti con lealtad e integridad y he hecho lo que te agrada». Y Ezequías lloró amargamente.
Yo sé, mi Dios, que tú pruebas los corazones y amas la rectitud. Por eso, con honestidad te he ofrecido voluntariamente todas estas cosas y he visto con júbilo que tu pueblo, aquí presente, te ha traído sus ofrendas.
Solo el de manos limpias y corazón puro, el que no adora ídolos vanos ni jura por dioses falsos.
Sean mi protección la integridad y la rectitud, porque en ti he puesto mi esperanza.
¡El Señor juzgará a los pueblos! Júzgame, Señor, conforme a mi justicia; págame conforme a mi integridad.
Dios justo que examinas la mente y el corazón, acaba con la maldad de los malvados y mantén firme al que es justo.
En verdad, ¿de qué me sirve mantener mi corazón limpio y mis manos lavadas en la inocencia,
A los justos los guía su integridad; a los infieles los destruye su perversidad.
Justo es quien lleva una vida sin tacha; ¡dichosos sus hijos después de él!
Mi Dios envió a su ángel, quien cerró la boca a los leones. No me han hecho ningún daño, porque Dios bien sabe que soy inocente. ¡Tampoco he cometido nada malo contra Su Majestad!
Para nosotros, el motivo de satisfacción es el testimonio de nuestra conciencia: Nos hemos comportado en el mundo, y especialmente entre ustedes, con la santidad y sinceridad que vienen de Dios. Nuestra conducta no se ha ajustado a la sabiduría humana, sino a la gracia de Dios.
Ustedes son testigos, y también Dios, de que nos comportamos con ustedes los creyentes en una forma santa, justa e irreprochable.
Anteriormente, yo era un blasfemo, un perseguidor y un insolente; pero Dios tuvo misericordia de mí porque yo era un incrédulo y actuaba con ignorancia.
—¡El Señor, Dios de dioses, sí, el Señor, Dios de dioses, sabe bien que no hicimos esto por rebeldía o por infidelidad! Y que todo Israel también lo sepa. Si no es así, que no se nos perdone la vida.