Estoy seguro de que en cuanto te vean los egipcios dirán: “Es su esposa”; entonces a mí me matarán, pero a ti te dejarán con vida.
Génesis 20:11 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Abraham contestó: —Yo pensé que en este lugar no había temor de Dios y que por causa de mi esposa me matarían. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y Abraham respondió: Porque dije para mí: Ciertamente no hay temor de Dios en este lugar, y me matarán por causa de mi mujer. Biblia Nueva Traducción Viviente Abraham contestó: —Yo pensé: “Este es un lugar donde no hay temor de Dios. Ellos querrán tener a mi esposa y me matarán para conseguirla”. Biblia Católica (Latinoamericana) Respondió Abrahán: 'Pensé que si no había temor de Dios en este lugar, podrían matarme por causa de mi esposa. La Biblia Textual 3a Edicion Respondió° Abraham: Porque me dije: Ciertamente no hay temor de Dios en este lugar, y me matarán por el asunto de mi mujer. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Replicó Abrahán: 'Pensé que como seguramente en este lugar no existe temor de Dios, me matarían por causa de mi mujer. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Abraham respondió: Porque dije para mí: Cierto no hay temor de Dios en este lugar, y me matarán por causa de mi esposa. |
Estoy seguro de que en cuanto te vean los egipcios dirán: “Es su esposa”; entonces a mí me matarán, pero a ti te dejarán con vida.
Pero en realidad ella es mi hermana, porque es hija de mi padre aunque no de mi madre; y además es mi esposa.
—No pongas tu mano sobre el muchacho ni le hagas ningún daño —dijo el ángel—. Ahora sé que temes a Dios, porque ni siquiera te has negado a darme a tu único hijo.
Y cuando la gente del lugar preguntaba a Isaac acerca de su esposa, él respondía que ella era su hermana. Tan bella era Rebeca que Isaac tenía miedo de decir que era su esposa, pues pensaba que por causa de ella podrían matarlo.
Al tercer día les dijo: —Yo soy un hombre temeroso de Dios. Hagan lo siguiente y salvarán su vida.
En cambio, los gobernadores que me precedieron habían impuesto cargas sobre el pueblo, y cada día les habían exigido comida y vino por un valor de cuarenta siclos de plata. También sus criados oprimían al pueblo. En cambio yo, por temor a Dios, no hice eso.
En la región de Uz había un hombre íntegro e intachable que temía a Dios y vivía apartado del mal. Este hombre se llamaba Job.
Y dijo a los mortales: «Temer al Señor: ¡eso es sabiduría! Apartarse del mal: ¡eso es inteligencia!».
¿Acaso no tienen entendimiento todos esos malhechores, esos que devoran a mi pueblo como si fuera pan? ¡Jamás invocan al Señor!
El temor del Señor es el principio del conocimiento; los necios desprecian la sabiduría y la disciplina.
Con amor y verdad se perdona el pecado y con respeto al Señor se evita el mal.
entonces comprenderás el temor del Señor y hallarás el conocimiento de Dios.
Quien teme al Señor aborrece lo malo; yo aborrezco el orgullo y la arrogancia, la mala conducta y el lenguaje perverso.