La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




Génesis 2:21 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Entonces Dios el Señor hizo que el hombre cayera en un sueño profundo y, mientras este dormía, le sacó una costilla y cerró la herida.

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras este dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar.

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

Entonces el Señor Dios hizo que el hombre cayera en un profundo sueño. Mientras el hombre dormía, el Señor Dios le sacó una de sus costillas y cerró la abertura.

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

Entonces Yavé hizo caer en un profundo sueño al hombre y éste se durmió. Le sacó una de sus costillas y rellenó el hueco con carne.

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

Entonces YHVH ’Elohim hizo caer al hombre en un profundo adormecimiento, y se durmió. Luego tomó una de sus costillas y cerró la carne en su lugar.

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Entonces Yahveh-Dios hizo caer sobre el hombre un sopor profundo y el hombre se durmió. Le quitó una de sus costillas, y puso carne en su lugar.

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y Jehová Dios hizo caer un sueño profundo sobre Adán, y se quedó dormido; entonces tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar;

Ver Capítulo
Otras versiones



Génesis 2:21
7 Referencias Cruzadas  

Al anochecer, Abram cayó en un profundo sueño y lo envolvió una oscuridad aterradora.


Algunas veces en sueños, otras veces en visiones nocturnas, cuando caemos en un sopor profundo o cuando dormitamos en el lecho,


Entre inquietantes visiones nocturnas, cuando cae sobre los hombres un sueño profundo,


La pereza conduce al sueño profundo; el holgazán pasará hambre.


»Mientras me hablaba, yo estaba aturdido, con el rostro en tierra. Entonces me tocó y me puso de pie.


De hecho, el hombre no procede de la mujer, sino la mujer del hombre;


David mismo tomó la lanza y el jarro de agua que estaban a la cabecera de Saúl, y los dos se marcharon. Nadie los vio ni se dio cuenta, pues todos estaban dormidos. No se despertaron, pues el Señor los había hecho caer en un sueño profundo.