Abraham fue rápidamente a la tienda donde estaba Sara y le dijo: —¡Date prisa! Toma tres medidas de harina refinada, amásalas y haz unos panes.
Génesis 18:7 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Después Abraham fue corriendo adonde estaba el ganado, eligió un ternero bueno y tierno y se lo dio a su sirviente, quien a toda prisa se puso a prepararlo. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y corrió Abraham a las vacas, y tomó un becerro tierno y bueno, y lo dio al criado, y este se dio prisa a prepararlo. Biblia Nueva Traducción Viviente Luego Abraham corrió hacia el rebaño, escogió un becerro tierno y se lo dio a su siervo, quien lo preparó con rapidez. Biblia Católica (Latinoamericana) Luego él mismo corrió al potrero, tomó un ternero tierno y bueno y se lo entregó a un muchacho para que lo preparara inmediatamente. La Biblia Textual 3a Edicion En seguida, corriendo hacia la vacada, Abraham tomó un becerro tierno y bueno, y se lo dio al mozo, y éste se apresuró a aderezarlo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Corrió después a la vacada, escogió un ternero tierno y bueno y se lo entregó al criado, que se dio prisa en aderezarlo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y corrió Abraham a la vacada, y tomó un becerro tierno y bueno, y lo dio a un criado, y este se dio prisa a prepararlo. |
Abraham fue rápidamente a la tienda donde estaba Sara y le dijo: —¡Date prisa! Toma tres medidas de harina refinada, amásalas y haz unos panes.
Luego les sirvió mantequilla y leche con el ternero que estaba preparado. Mientras comían, Abraham se quedó de pie junto a ellos, debajo del árbol.
Pero tanto les insistió que fueron con él y entraron en su casa. Allí Lot preparó una buena comida, les hizo panes sin levadura y ellos comieron.
Ustedes que se acuestan en camas incrustadas de marfil y se arrellanan en divanes; que comen corderos selectos y terneros engordados;
»¡Maldito sea el tramposo que, teniendo un macho aceptable en su rebaño, se lo dedica al Señor y luego le ofrece un animal mutilado! Porque yo soy el gran Rey —dice el Señor de los Ejércitos— y mi nombre es temido entre las naciones.
Luego, mandó a otros siervos y les ordenó: “Digan a los invitados que ya he preparado mi comida. Ya han matado mis toros y mis reses cebadas; todo está listo. Vengan al banquete de bodas”.
“Tu hermano ha llegado —le respondió—, y tu papá ha matado el ternero más gordo porque lo ha recobrado sano y salvo”.
¡Pero ahora llega ese hijo tuyo, que ha despilfarrado tu fortuna con prostitutas, y tú mandas matar en su honor el ternero más gordo!”.
La mujer tenía en su casa un becerro gordo al que mató enseguida. También amasó harina y horneó unos panes sin levadura.