La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




Gálatas 4:16 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

¡Y ahora resulta que por decirles la verdad me he vuelto su enemigo!

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

¿Me he hecho, pues, vuestro enemigo, por deciros la verdad?

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

¿Acaso ahora me volví su enemigo porque les digo la verdad?

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

¿Y me he vuelto un enemigo ahora porque les digo la verdad?

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

¿He llegado a ser vuestro enemigo por deciros la verdad?

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Entonces, ¿es que me he convertido en enemigo vuestro por deciros la verdad?

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

¿Me he hecho, pues, vuestro enemigo, porque os digo la verdad?

Ver Capítulo
Otras versiones



Gálatas 4:16
17 Referencias Cruzadas  

Acab respondió a Elías: —¡Mi enemigo! ¿Así que me has encontrado? —Sí —contestó Elías—, te he encontrado porque te has vendido para hacer lo que ofende al Señor.


Díganles que ordeno que lo echen en la cárcel y solo le den pan y agua, hasta que yo regrese sin contratiempos.


El rey de Israel respondió: —Todavía hay alguien por medio de quien podemos consultar al Señor, pero me cae muy mal porque nunca me profetiza nada bueno; solo me anuncia desastres. Se trata de Micaías, hijo de Imlá. —No digas eso —respondió Josafat.


El rey interrumpió al profeta y le respondió: —¿Y quién te ha nombrado consejero del rey? Si no quieres que te maten, ¡no sigas fastidiándome! El profeta se limitó a añadir: —Solo sé que, por haber hecho esto y por no seguir mi consejo, Dios ha resuelto destruirte.


Que cuando el justo me castigue, sea una muestra de amor; que su reprensión sea bálsamo que mi cabeza no rechace, pues mi oración siempre está en contra de las malas obras.


No reprendas al insolente, no sea que acabe por odiarte; reprende al sabio y te amará.


Ustedes odian al que defiende la justicia en el tribunal y detestan al que dice la verdad.


El mundo no tiene motivos para aborrecerlos; a mí, sin embargo, me aborrece porque yo testifico que sus obras son malas.


Y sin embargo a mí, que les digo la verdad, no me creen.


Cuando vi que no actuaban rectamente, como corresponde a la verdad del evangelio, le dije a Cefas delante de todos: «Si tú, que eres judío, vives como si no lo fueras, ¿por qué obligas a los no judíos a practicar el judaísmo?


Ni por un momento accedimos a someternos a ellos, pues queríamos que se preservara entre ustedes la verdad del evangelio.


Pues bien, ¿qué pasó con todo ese entusiasmo? Me consta que de haberles sido posible se habrían sacado los ojos para dármelos.


Esos que muestran mucho interés por ganárselos a ustedes no abrigan buenas intenciones. Lo que quieren es alejarlos de nosotros para que se entreguen a ellos.


Ustedes estaban corriendo bien. ¿Quién los estorbó para que dejaran de obedecer a la verdad?