La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




Gálatas 3:11 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Ahora bien, es evidente que por la Ley nadie es justificado delante de Dios, porque «el justo vivirá por la fe».

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Y que por la ley ninguno se justifica para con Dios, es evidente, porque: El justo por la fe vivirá;

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

Queda claro, entonces, que nadie puede hacerse justo ante Dios por tratar de cumplir la ley, ya que las Escrituras dicen: «Es por medio de la fe que el justo tiene vida».

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

Con la Ley nadie llega a ser justo a los ojos de Dios; la cosa es cierta, pues el justo vivirá por la fe,

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

Y es evidente que por la ley nadie es declarado justo delante de Dios, porque: El justo vivirá por la fe.°

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Porque es evidente que por la ley nadie es justificado ante Dios, ya que el justo por la fe vivirá;

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y que por la ley ninguno se justifica para con Dios, es evidente; porque: El justo por la fe vivirá,

Ver Capítulo
Otras versiones



Gálatas 3:11
20 Referencias Cruzadas  

»Ya que no hay ser humano que no peque, si tu pueblo peca contra ti, y tú te enojas con ellos y los entregas al enemigo para que se los lleven cautivos a otro país, lejano o cercano;


«¿Qué puedo responderte, si soy tan indigno? ¡Me tapo la boca con la mano!


Por tanto, me retracto y me arrepiento en polvo y ceniza».


Si uno quisiera disputar con él, de mil cosas no podría responderle una sola.


No lleves a juicio a tu siervo, pues ante ti nadie puede alegar inocencia.


¿Quién está consciente de sus propios errores? ¡Perdóname aquellos de los que no estoy consciente!


No hay en la tierra nadie tan justo que haga el bien y nunca peque.


Todos andábamos perdidos, como ovejas; cada uno seguía su propio camino, pero el Señor hizo recaer sobre él la iniquidad de todos nosotros.


Entonces grité: «¡Ay de mí, que estoy perdido! Soy un hombre de labios impuros y vivo en medio de un pueblo de labios impuros y mis ojos han visto al Rey, al Señor de los Ejércitos».


Todos somos como gente impura; todos nuestros actos de justicia son como trapos de inmundicia. Todos nos marchitamos como hojas; nuestras iniquidades nos arrastran como el viento.


»El insolente no tiene el alma recta, pero el justo vivirá por su fe.


De hecho, en el evangelio se revela la justicia que proviene de Dios, la cual es por fe de principio a fin, tal como está escrito: «El justo vivirá por la fe».


Sin embargo, al reconocer que nadie es justificado por las obras que demanda la Ley, sino por la fe en Jesucristo, también nosotros hemos puesto nuestra fe en Cristo Jesús, para ser justificados por la fe en él y no por las obras de la Ley; porque por estas nadie será justificado.


Pero el justo vivirá por la fe. Y si se vuelve atrás, no será de mi agrado».


La religión pura y sin mancha delante de Dios nuestro Padre es esta: atender a los huérfanos y a las viudas en sus aflicciones y conservarse limpio de la corrupción del mundo.


Todos fallamos mucho. Si alguien nunca falla en lo que dice, es una persona perfecta, capaz también de dominar todo su cuerpo.


Y entonaban este nuevo cántico: «Digno eres de recibir el rollo escrito y de romper sus sellos, porque fuiste sacrificado, y con tu sangre compraste para Dios gente de toda tribu, lengua, pueblo y nación.