En torno al borde inferior del manto pondrás granadas de lana color azul, carmesí y escarlata, alternándolas con campanillas de oro.
Éxodo 39:26 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Las campanillas y las granadas se colocaron, en forma alternada, en todo el borde inferior del manto que debía llevarse para ejercer el ministerio, como se lo mandó el Señor a Moisés. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 una campanilla y una granada, otra campanilla y otra granada alrededor, en las orillas del manto, para ministrar, como Jehová lo mandó a Moisés. Biblia Nueva Traducción Viviente de modo que las campanillas y las granadas quedaron en forma alternada por todo el borde. El sacerdote llevaba puesto el manto cada vez que oficiaba delante del Señor, tal como el Señor le había ordenado a Moisés. Biblia Católica (Latinoamericana) alternando una campanilla y una granada en la parte inferior del manto, como Yavé había ordenado a Moisés. La Biblia Textual 3a Edicion Una campanilla y una granada, una campanilla y una granada alrededor, en las orillas del manto para ministrar, como YHVH había ordenado a Moisés. Biblia Serafín de Ausejo 1975 En todo el borde inferior del manto con que se había de oficiar alternaban una campanilla y una granada, una campanilla y una granada, como lo había ordenado Yahveh a Moisés. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Una campanilla y una granada, una campanilla y una granada alrededor, en las orillas del manto, para ministrar; como Jehová lo había mandado a Moisés. |
En torno al borde inferior del manto pondrás granadas de lana color azul, carmesí y escarlata, alternándolas con campanillas de oro.
Por todo el borde del manto pondrás primero una campanilla y luego una granada.
lo mismo que campanillas de oro puro, las cuales se colocaron en todo el borde inferior, entre las granadas.
Para Aarón y sus hijos se hicieron túnicas de tela de lino tejidas artísticamente,
Tus plantas son un huerto de granadas con frutos exquisitos flores de nardo y azahar;
Tus labios son cual cinta carmesí; tu boca es hermosa. Tus mejillas, tras el velo, parecen dos mitades de granadas.
En esto, una mujer que hacía doce años padecía de hemorragias se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto.