La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




Éxodo 25:2 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

«Ordénales a los israelitas que me traigan una ofrenda. La deben presentar todos los que sientan deseos de traérmela.

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Di a los hijos de Israel que tomen para mí ofrenda; de todo varón que la diere de su voluntad, de corazón, tomaréis mi ofrenda.

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

«Dile al pueblo de Israel que me traiga sus ofrendas sagradas. Acepta las contribuciones de todos los que tengan el corazón dispuesto a ofrendar.

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

Pide a los israelitas que me ofrezcan una contribución. Tú recibirás todas sus ofrendas voluntarias.

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

Di a los hijos de Israel que recojan una ofrenda para mí. De todo varón generoso de corazón recogeréis una ofrenda para mí.

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

'Di a los israelitas que me traigan ofrendas; vosotros las recibiréis, para mí, de todo aquel que las ofrezca de buen corazón.

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Di a los hijos de Israel que tomen para mí una ofrenda. De todo varón que la diere de su voluntad, de su corazón, tomaréis mi ofrenda.

Ver Capítulo
Otras versiones



Éxodo 25:2
16 Referencias Cruzadas  

Todos sus vecinos los ayudaron con plata y oro, bienes y ganado, objetos valiosos y todo tipo de ofrendas voluntarias.


Cuando llegaron al Templo del Señor en Jerusalén, algunos jefes de familia dieron donativos para que se reconstruyera el Templo de Dios en el mismo sitio.


al igual que los holocaustos diarios, los de luna nueva, los de las fiestas sagradas ordenadas por el Señor y los que el pueblo le ofrecía voluntariamente.


También lleva contigo toda la plata y el oro que obtengas de la provincia de Babilonia, junto con los donativos del pueblo y de los sacerdotes para el Templo de su Dios en Jerusalén.


El pueblo bendijo a todos los que se ofrecieron voluntariamente a vivir en Jerusalén.


Tus tropas estarán dispuestas cuando manifiestes tu poder, ordenadas en santa majestad. De las entrañas de la aurora recibirás el rocío de tu juventud.


El Señor habló con Moisés y le dijo:


»Como ofrenda se les aceptará lo siguiente: »oro, plata, bronce,


porque yo les he dado como herencia los diezmos que los israelitas ofrecen al Señor como contribución. Por eso he decidido que no tengan herencia entre los israelitas».


Cada uno debe dar según lo que haya decidido en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al que da con alegría.


Mi corazón está con los príncipes de Israel, con los voluntarios del pueblo. ¡Bendito sea el Señor!