Hicieron llegar a su presencia el clamor de los pobres y necesitados, y Dios lo escuchó.
Éxodo 22:23 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 porque, si tú y tu pueblo lo hacen y ellos me piden ayuda, yo te aseguro que atenderé a su clamor: Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Porque si tú llegas a afligirles, y ellos clamaren a mí, ciertamente oiré yo su clamor; Biblia Nueva Traducción Viviente Si los explotas de alguna manera y ellos claman a mí, ten por seguro que oiré su clamor. Biblia Católica (Latinoamericana) se despertará mi enojo y a ustedes los mataré a espada; viudas quedarán sus esposas y huérfanos sus hijos. La Biblia Textual 3a Edicion Si en verdad los afliges, y elevan a mí su clamor, ciertamente Yo escucharé° su clamor, Biblia Serafín de Ausejo 1975 se encenderá mi cólera y os destruiré por la espada, y vuestras mujeres quedarán viudas, y vuestros hijos huérfanos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Que si tú llegas a afligirles, y ellos clamaren a mí, ciertamente oiré yo su clamor; |
Hicieron llegar a su presencia el clamor de los pobres y necesitados, y Dios lo escuchó.
»Todo el mundo clama bajo el peso de la opresión, y pide ser librado del brazo de los poderosos.
Pero tú ves la maldad y la aflicción, las tomas en cuenta y te harás cargo de ellas. Las víctimas se encomiendan a ti; tú eres la ayuda de los huérfanos.
Yo sé que el Señor hace justicia al pobre y defiende el derecho de los necesitados.
En mi angustia invoqué al Señor; clamé a mi Dios por ayuda. Él me escuchó desde su Templo; ¡mi clamor llegó a sus oídos!
Ese manto es lo único que tiene para abrigarse; no tiene otra cosa sobre la cual dormir. Si se queja ante mí, yo atenderé a su clamor, pues soy un Dios misericordioso.
No tenemos padre, hemos quedado huérfanos; viudas han quedado nuestras madres.
¿Acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará mucho en responderles?
Él defiende la causa del huérfano y de la viuda, y muestra su amor por el extranjero, proveyéndole alimentos y ropa.
No des cabida en tu corazón a la perversa idea de que, por acercarse el año séptimo, año del perdón de las deudas, puedes hacer mala cara y no dar nada a tu compatriota necesitado. De lo contrario, él podrá apelar al Señor contra ti y tú resultarás culpable de pecado.
Le pagarás su salario cada día, antes de la puesta del sol, porque es pobre y cuenta solo con ese dinero. De lo contrario, él clamará al Señor contra ti y tú resultarás culpable de pecado.
Oigan cómo clama contra ustedes el salario no pagado a los obreros que trabajaron en sus campos. El clamor de esos trabajadores ha llegado a oídos del Señor de los Ejércitos.