y, al quedar abandonado, la hija del faraón lo adoptó y lo crio como a su propio hijo.
Éxodo 2:5 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 En eso, la hija del faraón bajó a bañarse en el Nilo. Sus doncellas, mientras tanto, se paseaban por la orilla del río. De pronto, la hija del faraón vio la cesta entre los juncos y ordenó a una de sus esclavas que fuera por ella. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y la hija de Faraón descendió a lavarse al río, y paseándose sus doncellas por la ribera del río, vio ella la arquilla en el carrizal, y envió una criada suya a que la tomase. Biblia Nueva Traducción Viviente Al poco tiempo, la hija del faraón bajó a bañarse en el río, y sus sirvientas se paseaban por la orilla. Cuando la princesa vio la canasta entre los juncos, mandó a su criada que se la trajera. Biblia Católica (Latinoamericana) En eso bajó la hija de Faraón al Nilo, y se bañó mientras sus sirvientas se paseaban por la orilla del río. Al divisar el canasto entre los juncos, envió a una criada a buscarlo. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces la hija de Faraón bajó a bañarse al Nilo, y mientras sus doncellas andaban junto al Nilo, ella vio la cesta en medio del juncal y envió a su esclava, y ella la recogió. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Bajó la hija del Faraón a bañarse en el Nilo; y mientras sus sirvientas se paseaban por la orilla del río, divisó ella la cesta entre los juncos y mandó a una sirvienta suya que se la trajera. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y la hija de Faraón descendió a lavarse al río, y paseándose sus doncellas por la ribera del río, vio ella la arquilla en el carrizal, y envió una criada suya a que la tomase. |
y, al quedar abandonado, la hija del faraón lo adoptó y lo crio como a su propio hijo.
«Por la aflicción de los oprimidos y por el gemido del pobre, voy a levantarme», dice el Señor, «y los pondré a salvo de quienes los oprimen».
El Señor es refugio de los oprimidos; es su baluarte en momentos de angustia.
Dios es nuestro refugio y nuestra fortaleza, nuestra segura ayuda en momentos de angustia.
El Señor dijo a Moisés: «Mañana vas a madrugar. Le saldrás al paso al faraón cuando baje al río y le advertirás: “Así dice el Señor: ‘Deja ir a mi pueblo para que me rinda culto.
Ve a verlo por la mañana, cuando salga a bañarse. Espéralo a orillas del río Nilo y sal luego a su encuentro. No dejes de llevar la vara que se convirtió en serpiente.
En las manos del Señor el corazón del rey son como un río: siguen el curso que el Señor les ha trazado.
La furia del hombre se vuelve tu alabanza, y los que sobrevivan al castigo te harán fiesta.
Por la mañana y por la tarde los cuervos le llevaban pan y carne, y bebía agua del arroyo.
El Señor, por su parte, dispuso un enorme pez para que se tragara a Jonás, quien pasó tres días y tres noches en su vientre.
Cuando la hija del faraón abrió la cesta y vio allí dentro un niño que lloraba, le tuvo compasión y exclamó: —¡Es un niño hebreo!