Ahora bien, el Señor estaba con José y las cosas le salían muy bien. Mientras José vivía en la casa de su amo egipcio,
Éxodo 18:19 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Oye bien el consejo que voy a darte y que Dios esté contigo. Tú debes representar al pueblo ante Dios y presentarle los problemas que ellos tienen. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Oye ahora mi voz; yo te aconsejaré, y Dios estará contigo. Está tú por el pueblo delante de Dios, y somete tú los asuntos a Dios. Biblia Nueva Traducción Viviente Ahora escúchame y déjame darte un consejo, y que Dios esté contigo. Tú debes seguir siendo el representante del pueblo ante Dios, presentándole los conflictos. Biblia Católica (Latinoamericana) Ahora escúchame, te voy a dar un consejo, y Dios estará contigo.
Tú serás para el pueblo el representante de Dios, y le llevarás sus problemas. La Biblia Textual 3a Edicion Oye ahora mi voz, te aconsejaré, y ’Elohim sea contigo. Representa° tú al pueblo ante ’Elohim, y lleva tú los asuntos ante ’Elohim. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Escúchame, pues, ahora: voy a darte un consejo y Dios estará contigo. Sé tú el representante del pueblo ante Dios y preséntale a él los asuntos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Escucha ahora mi voz; yo te aconsejaré, y Dios estará contigo. Sé tú por el pueblo delante de Dios, y somete tú los asuntos a Dios. |
Ahora bien, el Señor estaba con José y las cosas le salían muy bien. Mientras José vivía en la casa de su amo egipcio,
»Pensé, además, que su palabra me traería alivio, pues mi señor el rey es como un ángel de Dios, que sabe distinguir entre lo bueno y lo malo. ¡Que el Señor su Dios esté con usted!».
A ellos los debes instruir en las leyes y en las enseñanzas de Dios, y darles a conocer la conducta que deben llevar y las obligaciones que deben cumplir.
Así que suplicaron a Moisés: —Háblanos tú y te escucharemos. Si Dios nos habla, seguramente moriremos.
—Yo estaré contigo —respondió Dios—. Y te voy a dar una señal de que soy yo quien te envía: Cuando hayas sacado de Egipto a mi pueblo, todos ustedes me adorarán en esta montaña.
Anda, ponte en marcha, que yo te ayudaré a hablar y te diré lo que debas decir.
Él hablará por ti al pueblo, como si tú mismo le hablaras, y tú hablarás a él por mí, como si hablara yo mismo.
Instruye al sabio, y se hará más sabio; enseña al justo, y aumentará su saber.
enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo.
Cuando salgas a pelear contra tus enemigos y veas un ejército superior al tuyo, con muchos caballos y carros de guerra, no les temas porque el Señor tu Dios, que te sacó de Egipto, estará contigo.
En aquel tiempo yo actué como intermediario entre el Señor y ustedes para declararles la palabra del Señor, porque ustedes tenían miedo del fuego y no subieron a la montaña. El Señor dijo:
Ya te lo he ordenado: ¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el Señor tu Dios te acompañará dondequiera que vayas».