Pero aquella noche Dios apareció a Abimélec en sueños y le dijo: —Puedes darte por muerto a causa de la mujer que has tomado, porque ella es casada.
Éxodo 12:33 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 El pueblo egipcio, por su parte, instaba a los israelitas a que abandonaran pronto el país. «De lo contrario —decían—, ¡podemos darnos por muertos!». Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y los egipcios apremiaban al pueblo, dándose prisa a echarlos de la tierra; porque decían: Todos somos muertos. Biblia Nueva Traducción Viviente Todos los egipcios apresuraban al pueblo de Israel a que abandonara la tierra cuanto antes, porque pensaban: «¡Todos moriremos!». Biblia Católica (Latinoamericana) Los egipcios los presionaban para que se fueran inmediatamente, pues decían: 'Si no se van ésos, moriremos todos. La Biblia Textual 3a Edicion Y Egipto presionaba al pueblo para expulsarlo rápidamente del país, pues decían: ¡Todos nosotros moriremos! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Los egipcios presionaban al pueblo, apremiándole para que abandonara el país, pues se decían: 'Vamos a morir todos'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y los egipcios apremiaban al pueblo, dándose prisa a echarlos de la tierra; porque decían: Todos somos muertos. |
Pero aquella noche Dios apareció a Abimélec en sueños y le dijo: —Puedes darte por muerto a causa de la mujer que has tomado, porque ella es casada.
Los egipcios se alegraron de su partida, pues el miedo a los israelitas los dominaba.
Entonces los funcionarios dijeron al faraón: —¿Hasta cuándo este individuo será nuestra ruina? ¡Deja que el pueblo se vaya y que rinda culto al Señor su Dios! ¿Acaso no sabes que Egipto está arruinado?
El Señor dijo a Moisés: «Voy a traer una plaga más sobre el faraón y sobre Egipto. Después de eso, dejará que se vayan. Y cuando lo haga, los echará de aquí para siempre.
Con la masa que sacaron de Egipto cocieron panes sin levadura, pues la masa aún no había fermentado. Como los echaron de Egipto, no tuvieron tiempo de preparar comida.
El Señor respondió: —Ahora verás lo que voy a hacer con el faraón. Realmente, solo por mi mano poderosa va a dejar que se vayan; solo por mi mano poderosa va a echarlos de su país.
Pero no tendrán que apresurarse ni salir huyendo, porque el Señor marchará a la cabeza; ¡el Dios de Israel les cubrirá la espalda!
Tan apremiante fue la orden del rey, y tan caliente estaba el horno, que las llamas alcanzaron y mataron a los soldados que arrojaron a Sadrac, Mesac y Abednego,