El Señor hizo que su pueblo se multiplicara; lo hizo más poderoso que sus adversarios,
Éxodo 1:12 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Pero cuanto más los oprimían, más se multiplicaban y se extendían, de modo que los egipcios llegaron a tenerles miedo; Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Pero cuanto más los oprimían, tanto más se multiplicaban y crecían, de manera que los egipcios temían a los hijos de Israel. Biblia Nueva Traducción Viviente Sin embargo, cuanto más los oprimían, más los israelitas se multiplicaban y se esparcían, y tanto más se alarmaban los egipcios. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero cuanto más los oprimían, tanto más crecían y se multiplicaban, de tal modo que la gente ya no soportaba a los israelitas. La Biblia Textual 3a Edicion Pero cuanto más los oprimían, más se multiplicaban y esparcían, hasta que llegaron a sentir aversión por los hijos de Israel. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero cuanto más los oprimían, tanto más crecía su número y se propagaban, de suerte que los egipcios llegaron a temer a los israelitas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero cuanto más los oprimían, tanto más se multiplicaban y crecían; así que ellos estaban fastidiados de los hijos de Israel. |
El Señor hizo que su pueblo se multiplicara; lo hizo más poderoso que sus adversarios,
y dijo a su pueblo: «¡Cuidado con los israelitas, que ya son más fuertes y numerosos que nosotros!
Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito.
Por eso los fariseos comentaban entre sí: «Como pueden ver, así no hemos logrado nada. ¡Miren cómo lo sigue todo el mundo!».
Cruel es la furia y arrolladora la ira, pero ¿quién puede enfrentarse a los celos?
Sin embargo, los israelitas tuvieron muchos hijos y a tal grado se multiplicaron que fueron haciéndose más y más poderosos. El país se fue llenando de ellos.
De este modo los israelitas se hicieron más numerosos y más fuertes. Además, Dios trató muy bien a las parteras
—Yo soy Dios, el Dios de tu padre —le dijo—. No tengas temor de ir a Egipto, porque allí haré de ti una gran nación.
los moabitas sintieron mucho miedo de los israelitas. Estaban verdaderamente aterrorizados de ellos, porque eran muchísimos.
Entonces tú declararás ante el Señor tu Dios: «Mi padre fue un arameo errante y descendió a Egipto con poca gente. Vivió allí hasta llegar a ser una gran nación, fuerte y numerosa.
Multiplicaste sus hijos como las estrellas del cielo; los hiciste entrar en la tierra que bajo juramento prometiste a sus antepasados que iban a heredar.
Dios los bendijo y se hicieron muy numerosos y no dejó que menguaran sus rebaños.