óyelo tú desde el cielo y juzga a tus siervos. Condena al culpable y haz que reciba su merecido; absuelve al inocente y vindícalo por su rectitud.
Ester 9:25 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Pero cuando Ester se presentó ante el rey, este ordenó por escrito que el malvado plan maquinado por Amán contra los judíos debía recaer sobre su propia cabeza, y que él y sus hijos fueran colgados en la horca. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Mas cuando Ester vino a la presencia del rey, él ordenó por carta que el perverso designio que aquel trazó contra los judíos recayera sobre su cabeza; y que colgaran a él y a sus hijos en la horca. Biblia Nueva Traducción Viviente pero cuando Ester se presentó ante el rey, él emitió un decreto que causó que el plan siniestro de Amán se volviera en su contra, y tanto Amán como sus hijos fueron atravesados en un poste afilado. Biblia Católica (Latinoamericana) pero cuando el rey lo supo, ordenó mediante un decreto que recayera sobre la cabeza del culpable su malvado proyecto contra los judíos, y que lo colgaran de la horca junto con sus hijos. La Biblia Textual 3a Edicion pero al presentarse ella° ante el rey, éste ordenó mediante el decreto, que recayera sobre su° cabeza el malvado plan que había tramado contra los judíos, y lo colgaran, a él y a sus hijos en el madero. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero, cuando Ester se presentó ante el rey, éste mandó por medio de un escrito: 'Que ese malvado plan que aquél proyectaba contra los judíos se vuelva contra su cabeza'. Y le colgaron de la horca a él y a sus hijos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mas cuando Esther vino a la presencia del rey, él ordenó por carta que el perverso designio que aquél trazó contra los judíos recayera sobre su cabeza; y que colgaran a él y a sus hijos en la horca. |
óyelo tú desde el cielo y juzga a tus siervos. Condena al culpable y haz que reciba su merecido; absuelve al inocente y vindícalo por su rectitud.
Y, cuando le informaron a qué pueblo pertenecía Mardoqueo, desechó la idea de matarlo solo a él y buscó la manera de exterminar a todo el pueblo de Mardoqueo, es decir, a los judíos que vivían por todo el reino de Asuero.
De modo que colgaron a Amán en la horca que él había mandado levantar para Mardoqueo. Con eso se aplacó la furia del rey.
Porque a mí y a mi pueblo se nos ha vendido para exterminio, muerte y aniquilación. Si solo se nos hubiera vendido como esclavos, yo me habría quedado callada, pues tal angustia no sería motivo suficiente para inquietar a Su Majestad.
El rey preguntó: —¿Y quién es ese que se ha atrevido a concebir semejante barbaridad? ¿Dónde está?
No satisfagas, Señor, los caprichos de los impíos; no permitas que sus planes prosperen, para que no se enorgullezcan. Selah
Que sobre la cabeza de los que me rodean recaiga el mal que sus labios proclaman.
Que caigan los malvados en sus propias redes, mientras yo salgo bien librado.
¡Alabaré al Señor por su justicia! ¡Al nombre del Señor Altísimo cantaré salmos!
Él les hará pagar por sus pecados y los destruirá por su maldad; el Señor nuestro Dios los destruirá.
Al malvado lo atrapan sus malas obras; las cuerdas de su pecado lo aprisionan.
»En aquel día —afirma el Señor de los Ejércitos—, cederá la estaca clavada en el lugar firme; será arrancada de raíz y se vendrá abajo con la carga que colgaba de ella». El Señor mismo lo ha dicho.
»Porque cercano está el día del Señor contra todas las naciones. ¡Como hiciste se te hará! ¡Sobre tu cabeza recaerá tu merecido!
El que caiga sobre esta piedra quedará despedazado y, si ella cae sobre alguien, lo hará polvo».
Cuando David se enteró de que Nabal había muerto, exclamó: «¡Bendito sea el Señor, que me ha hecho justicia por la afrenta que recibí de Nabal! El Señor libró a este siervo suyo de hacer mal, pero hizo recaer sobre Nabal su propia maldad». Entonces David envió un mensaje a Abigaíl, proponiéndole matrimonio.