»Levántate, Señor y Dios; ven a tu lugar de reposo, tú y tu arca poderosa. Señor y Dios, ¡que tus sacerdotes se revistan de salvación! ¡Que tus fieles se regocijen en tu bondad!
Efesios 3:18 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 puedan comprender, junto con todos los creyentes, cuán ancho y largo, alto y profundo es el amor de Cristo. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, Biblia Nueva Traducción Viviente Espero que puedan comprender, como corresponde a todo el pueblo de Dios, cuán ancho, cuán largo, cuán alto y cuán profundo es su amor. Biblia Católica (Latinoamericana) Que sean capaces de comprender, con todos los creyentes, cuán ancho, y cuán largo, y alto y profundo es, La Biblia Textual 3a Edicion seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál es la anchura y la longitud, y la altura, y la profundidad, Biblia Serafín de Ausejo 1975 seáis capaces de captar, con todo el pueblo santo, cuál es la anchura y largura, la altura y profundidad, Biblia Reina Valera Gómez (2023) podáis comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura; |
»Levántate, Señor y Dios; ven a tu lugar de reposo, tú y tu arca poderosa. Señor y Dios, ¡que tus sacerdotes se revistan de salvación! ¡Que tus fieles se regocijen en tu bondad!
Pero el amor del Señor es eterno y siempre está con los que le temen; su justicia está con los hijos de sus hijos,
¡Que se revistan de justicia tus sacerdotes! ¡Que tus fieles canten jubilosos!
Conocimiento tan maravilloso rebasa mi comprensión; tan sublime es que no puedo entenderlo.
«Mis caminos y mis pensamientos son más altos que los de ustedes; ¡más altos que los cielos sobre la tierra!
Ustedes huirán por el valle de mi monte, porque se extenderá hasta Asal. Huirán como huyeron del terremoto en los días de Uzías, rey de Judá. Entonces vendrá el Señor mi Dios acompañado de todos los santos.
No conociendo la justicia que proviene de Dios y procurando establecer la suya propia, no se sometieron a la justicia de Dios.
He sido crucificado con Cristo, y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Lo que ahora vivo en el cuerpo, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios, quien me amó y dio su vida por mí.
Cristo nos rescató de la maldición de la Ley al hacerse maldición por nosotros, pues está escrito: «Maldito todo el que es colgado de un madero».
para llevarlo a cabo cuando se cumpliera el tiempo, esto es, reunir en él todas las cosas, tanto las del cielo como las de la tierra.
Por eso yo, por mi parte, desde que me enteré de la fe que tienen en el Señor Jesús y del amor que demuestran por todos los creyentes,
En fin, que conozcan ese amor que sobrepasa nuestro conocimiento, para que sean llenos de la plenitud de Dios.
pues hemos recibido noticias de su fe en Cristo Jesús y del amor que tienen por todos los creyentes
No hay duda de que es grande el misterio de nuestra fe: Él se manifestó como hombre; fue justificado por el Espíritu, visto por los ángeles, proclamado entre las naciones, creído en el mundo, recibido en la gloria.
»Al que salga vencedor le daré el derecho de sentarse conmigo en mi trono, como también yo vencí y me senté con mi Padre en su trono.