Nunca hubo nadie como Acab que, animado por Jezabel su esposa, se prestara para hacer lo malo ante los ojos del Señor.
Eclesiastés 8:12 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 El pecador puede hacer lo malo cien veces y vivir muchos años; pero sé también que le irá mejor a quien teme a Dios y le guarda reverencia. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Aunque el pecador haga mal cien veces, y prolongue sus días, con todo yo también sé que les irá bien a los que a Dios temen, los que temen ante su presencia; Biblia Nueva Traducción Viviente Sin embargo, aunque una persona peque cien veces y siga gozando de muchos años de vida, yo sé que les irá mejor a los que temen a Dios. Biblia Católica (Latinoamericana) Pues por más que el pecador haga cien veces lo que es malo, se le deja todo su tiempo. (Sé, sin embargo, que la felicidad es para los que temen a Dios y que lo respetan. La Biblia Textual 3a Edicion Pero aunque el pecador haga el mal cien veces y prolongue sus días, sé que le irá bien al que teme delante de Dios, Biblia Serafín de Ausejo 1975 El pecador obra mal cien veces, y su vida se prolonga. Pero yo sé que la dicha es para los que temen a Dios, precisamente porque le temen; Biblia Reina Valera Gómez (2023) Bien que el pecador haga mal cien veces, y sus días le sean prolongados, con todo yo también sé que a los que temen a Dios les irá bien, a los que temen ante su presencia; |
Nunca hubo nadie como Acab que, animado por Jezabel su esposa, se prestara para hacer lo malo ante los ojos del Señor.
¡Tiemble delante de él toda la tierra! Ha establecido el mundo con firmeza; jamás será removido.
Tú dices que Dios no se enoja ni castiga y que no se da cuenta de tanta iniquidad;
¡Aleluya! Dichoso el que teme al Señor, el que halla gran deleite en sus mandamientos.
¡Póstrense ante el Señor en la hermosura de su santidad! ¡Tiemble delante de él toda la tierra!
De este modo los israelitas se hicieron más numerosos y más fuertes. Además, Dios trató muy bien a las parteras
¡Dichoso es el hombre que siempre respeta a Dios! Pero el obstinado caerá en la desgracia.
El fin de este asunto es que ya se ha escuchado todo. Teme a Dios y cumple sus mandamientos, porque esto es todo para el hombre.
Sé, además, que todo lo que Dios ha hecho permanece para siempre, que no hay nada que añadirle ni quitarle y que Dios lo hizo así para que se le tema.
Esto es una terrible desgracia: tal como viene el hombre, así se va. ¿Y de qué le sirve afanarse tanto en busca del viento?
Todo esto he visto durante mi absurda vida: hombres justos a quienes su justicia los destruye y hombres malvados a quienes su maldad les alarga la vida.
Bueno es agarrar esto sin soltar aquello. Quien teme a Dios evitará los extremos.
Sin embargo, hasta el día de hoy no se han humillado ni han sentido temor; no se han comportado según mi Ley y mis estatutos, que les di a ustedes y a sus antepasados”.
»Entonces dirá el Rey a los que estén a su derecha: “Vengan ustedes, a quienes mi Padre ha bendecido; reciban su herencia, el reino preparado para ustedes desde la creación del mundo.
De generación en generación se extiende su misericordia a los que le temen.
Pero por tu obstinación y por tu corazón sin arrepentimiento sigues acumulando castigo contra ti mismo para el día de la ira, cuando Dios revelará su justo juicio.
¿Y qué si Dios, queriendo mostrar su ira y dar a conocer su poder, soportó con mucha paciencia a los que eran objeto de su castigo y estaban destinados a la destrucción?
No comas la sangre, para que te vaya bien a ti y a tu descendencia, pues estarás haciendo lo recto a los ojos del Señor.
Ten el cuidado de obedecer todas estas palabras que yo te he dado, para que siempre te vaya bien, lo mismo que a tu descendencia. Así habrás hecho lo bueno y lo recto a los ojos del Señor tu Dios.
Obedezcan sus estatutos y mandamientos que hoy te mando cumplir. De este modo, a ustedes y a sus descendientes les irá bien y permanecerán mucho tiempo en la tierra que el Señor tu Dios te da para siempre.
Todo esto demuestra que el Señor sabe librar de la tentación a los que viven con devoción a Dios, y sabe también guardar a los injustos para castigarlos en el día del juicio.