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Eclesiastés 1:6 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Dirigiéndose al sur o girando hacia el norte, sin cesar gira el viento y de nuevo vuelve a girar.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

El viento tira hacia el sur, y rodea al norte; va girando de continuo, y a sus giros vuelve el viento de nuevo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

El viento sopla hacia el sur y luego gira hacia el norte. Da vueltas y vueltas soplando en círculos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Va el viento hacia el sur, y luego gira al norte, y girando y girando, vuelve sobre sus giros.

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La Biblia Textual 3a Edicion

El viento sopla de tramontana, Y gira del mediodía, Y girando sin cesar, Vuelve de nuevo a sus giros el viento.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Corre hacia el sur, gira hacia el norte, da vueltas y más vueltas el viento y torna siempre a su carrera.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

El viento tira hacia el sur, y rodea al norte; va girando de continuo, y a sus giros vuelve el viento de nuevo.

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Otras versiones



Eclesiastés 1:6
11 Referencias Cruzadas  

Tú, que te sofocas de calor entre tus ropas cuando la tierra dormita bajo el viento del sur,


De las constelaciones del sur viene la tempestad; de los vientos del norte, el frío.


Habló Dios y se levantó un viento tormentoso que encrespó las olas


Cambió la tempestad en suave brisa: se sosegaron las olas del mar.


Todos los ríos van a dar al mar, pero el mar jamás se llena. A su punto de origen vuelven los ríos, para de allí volver a fluir.


Así como no sabes por dónde va el viento ni cómo se forma el niño en el vientre de la madre, tampoco entiendes la obra de Dios, el Creador de todas las cosas.


Pero el Señor lanzó sobre el mar un fuerte viento y se desencadenó una tormenta tan violenta que el barco amenazaba con hacerse pedazos.


»Por tanto, todo el que me oye estas palabras y las pone en práctica es como un hombre prudente que construyó su casa sobre la roca.


Cayeron las lluvias, crecieron los ríos, soplaron los vientos y azotaron aquella casa. Esta se derrumbó y grande fue su ruina».


El viento sopla por donde quiere y oyes su sonido, aunque ignoras de dónde viene y a dónde va. Lo mismo pasa con todo el que nace del Espíritu.