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Daniel 8:16 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Escuché entonces una voz que desde el río Ulay gritaba: “¡Gabriel, dile a este hombre lo que significa la visión!”.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Y oí una voz de hombre entre las riberas del Ulai, que gritó y dijo: Gabriel, enseña a este la visión.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Entonces oí una voz humana que exclamaba desde el río Ulai: «Gabriel, dile a este hombre el significado de su visión».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

y escuché una voz a orillas del Ulay que le gritaba: 'Gabriel, dale a entender la visión'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y oí una voz de hombre entre las riberas del Ulai, que clamó y dijo: ¡Gabriel, haz que éste entienda la visión!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

y oí una voz humana en medio del Ulay que gritaba y decía: '¡Gabriel, explícale a éste la visión!'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y oí una voz de hombre entre las riberas de Ulai, que gritó y dijo: Gabriel, enseña a este la visión.

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Otras versiones



Daniel 8:16
16 Referencias Cruzadas  

Pero ahora he venido a explicarte lo que va a suceder a tu pueblo en el futuro, pues la visión se refiere a un tiempo aún por venir”.


Pero antes de eso, te diré lo que está escrito en el Libro de la Verdad. En mi lucha contra ellos, solo cuento con el apoyo de Miguel, el príncipe de ustedes.


Entonces me acerqué a uno de los que estaban allí, y le pregunté el verdadero significado de todo esto. »Y esta fue su interpretación:


En ella me veía en la ciudad de Susa, en la provincia de Elam, junto al río Ulay.


Yo pregunté: «¿Qué significan estos jinetes, mi señor?». El ángel que hablaba conmigo me respondió: «Voy a explicarte lo que significan».


y le dijo: «Corre, dile a ese joven: “Tanta gente y ganado habrá en Jerusalén, que llegará a ser una ciudad sin muros.


—Yo soy Gabriel y estoy a las órdenes de Dios —contestó el ángel—. He sido enviado para hablar contigo y darte estas buenas noticias.


A los seis meses, Dios envió al ángel Gabriel a Nazaret, pueblo de Galilea,


—Levántate, Pedro, mata y come —le dijo una voz.


Los hombres que viajaban con Saulo se detuvieron atónitos porque oían la voz, pero no veían a nadie.


¿No son todos los ángeles espíritus dedicados al servicio divino, enviados para ayudar a los que han de heredar la salvación?


Me volví para ver de quién era la voz que me hablaba y al volverme vi siete candelabros de oro.


»Yo, Jesús, he enviado a mi ángel para darles testimonio de estas cosas que conciernen a las iglesias. Yo soy la raíz y la descendencia de David, la brillante estrella de la mañana».