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Daniel 10:5 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

levanté los ojos y vi ante mí a un hombre vestido de tela de lino con un cinturón de oro proveniente de Ufaz.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Y alcé mis ojos y miré, y he aquí un varón vestido de lino, y ceñidos sus lomos de oro de Ufaz.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

levanté los ojos y vi a un hombre vestido con ropas de lino y un cinto de oro puro alrededor de la cintura.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Al levantar los ojos, vi a un hombre vestido de lino que llevaba un cinturón de oro brillante.

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La Biblia Textual 3a Edicion

y alzando mis ojos miré, y he aquí un varón vestido de lino blanco, ceñidos sus lomos de oro de Ufaz.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

alcé los ojos y miré. Vi a un hombre vestido de lino que tenía su cintura ceñida con un cinturón de oro puro.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

y alzando mis ojos miré, y he aquí un varón vestido de lino, y ceñidos sus lomos de oro de Ufaz:

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Otras versiones



Daniel 10:5
9 Referencias Cruzadas  

La justicia será el cinto de sus lomos y la fidelidad, el ceñidor de su cintura.


De Tarsis se trae plata laminada, y de Ufaz se importa oro. Los ídolos, vestidos de color azul y carmesí, son obra de artífices y orfebres; ¡todos ellos son obra de artesanos!


Entonces vi que por el camino de la puerta superior que da hacia el norte venían seis hombres, cada uno con un arma mortal en la mano. Con ellos venía un hombre vestido con tela de lino, que llevaba en la cintura un estuche de escriba. Todos ellos entraron y se pararon junto al altar de bronce.


Una noche tuve una visión, en la que vi a un hombre montado en un caballo rojo. Ese hombre se detuvo entre los arrayanes que había en una hondonada. Detrás de él había jinetes en caballos rojos, marrones y blancos.


Manténganse firmes, ceñidos con el cinturón de la verdad, protegidos por la coraza de justicia


Josué, que acampaba cerca de Jericó, levantó la vista y vio a un hombre de pie frente a él, espada en mano. Josué se acercó y preguntó: —¿Es usted de los nuestros o del enemigo?