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Cantares 4:4 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Tu cuello se asemeja a la torre de David construida con piedras labradas; de ella penden mil escudos, escudos de guerreros todos ellos.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Tu cuello, como la torre de David, edificada para armería; Mil escudos están colgados en ella, Todos escudos de valientes.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Tu cuello es tan hermoso como la torre de David, adornado con los escudos de mil héroes.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Tu cuello es como la torre de David, levantada para dominar; de ella cuelgan mil escudos, todos escudos de valientes.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Tu cuello, como la torre de David, Construida con roquetas, De donde penden mil escudos, Todos paveses° de valientes.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Tu garganta, la torre de David, construida para trofeos: mil broqueles cuelgan de ella; todos, escudos de valientes.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Tu cuello, como la torre de David, edificada para armería; mil escudos están colgados en ella, todos escudos de hombres valientes.

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Otras versiones



Cantares 4:4
15 Referencias Cruzadas  

»¡Ay, montes de Guilboa, que no caiga sobre ustedes lluvia ni rocío! ¡Que no crezca nada en sus campos! Porque allí deshonraron el escudo de Saúl: ¡nunca más será ungido con aceite!


»“Él da grandes victorias a su rey; a su ungido David y a sus descendientes les muestra por siempre su gran amor”».


y Ezer, hijo de Jesúa, gobernador de Mizpa, que reconstruyó el tramo que sube frente al arsenal de la esquina.


Que nuestros hijos, en su juventud, crezcan como plantas frondosas; que sean nuestras hijas como columnas esculpidas para adornar un palacio.


¡Qué hermosas lucen tus mejillas entre los pendientes! ¡Qué hermoso luce tu cuello entre los collares!


Tu cuello parece torre de marfil. Tus ojos son como los manantiales de Hesbón, junto a la entrada de Bat Rabín. Tu nariz se asemeja a la torre del Líbano, que mira hacia Damasco.


Tu cabeza se eleva como la cumbre del Carmelo. Hilos de color púrpura son tus cabellos; con tus rizos has cautivado al rey.


Una muralla soy yo y mis pechos, sus dos torres. Por eso a los ojos de mi amado soy como quien ha hallado la paz.


Y tú, torre del rebaño, colina fortificada de la hija de Sión: a ti volverá tu antiguo poderío, la soberanía de la ciudad de Jerusalén».


no se mantienen firmemente unidos a la Cabeza. Por la acción de esta, todo el cuerpo, sostenido y ajustado mediante las articulaciones y los ligamentos, va creciendo como Dios quiere.


a quienes el poder de Dios protege mediante la fe hasta que llegue la salvación que se ha de revelar en los últimos tiempos.