Dirigiéndose al sur o girando hacia el norte, sin cesar gira el viento y de nuevo vuelve a girar.
Cantares 4:16 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 ¡Viento del norte, despierta! ¡Viento del sur, ven acá! Soplen en mi jardín; ¡esparzan su fragancia! Que venga mi amado a su jardín y pruebe sus frutos exquisitos. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Levántate, Aquilón, y ven, Austro; Soplad en mi huerto, despréndanse sus aromas. Venga mi amado a su huerto, Y coma de su dulce fruta. Biblia Nueva Traducción Viviente ¡Despierta, viento del norte! ¡Levántate, viento del sur! Soplen en mi jardín y esparzan su fragancia por todas partes. Ven a tu jardín, amado mío; saborea sus mejores frutos. Biblia Católica (Latinoamericana) Soplen, vientos del norte
y del desierto,
soplen en mi huerto
para que se expandan sus aromas,
y así entre mi amado en su huerto
y coma de sus exquisitos frutos. La Biblia Textual 3a Edicion ¡Despierta, oh Aquilón! ¡Ven, oh Austro, y sopla sobre mi huerto para que se esparzan sus aromas! Ella ¡Venga mi amado a su huerto Y coma sus preciados frutos! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Levántate, aquilón; avanza, austro, soplad en mi jardín, que corran sus perfumes. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Levántate, viento del norte, y ven, viento del sur; soplad sobre mi huerto, despréndanse sus aromas. Venga mi amado a su huerto, y coma de su dulce fruta. |
Dirigiéndose al sur o girando hacia el norte, sin cesar gira el viento y de nuevo vuelve a girar.
cultivé mis propios huertos y jardines en donde planté toda clase de árboles frutales.
¡Arrástrame en pos de ti! ¡Date prisa! ¡Llévame, oh rey, a tu alcoba! Regocijémonos y deleitémonos juntos; celebraremos tus caricias más que el vino. ¡Sobran las razones para amarte!
Cual manzano entre los árboles del bosque es mi amado entre los jóvenes. Me encanta sentarme a su sombra; dulce a mi paladar es su fruto.
¡La voz de mi amado! ¡Mírenlo, aquí viene!, saltando por las colinas, brincando por las montañas.
He entrado ya en mi jardín, hermana y novia mía, y en él recojo mirra y bálsamo; allí me sacio del panal y de su miel; allí bebo mi vino y mi leche. ¡Coman y beban, amigos, y embriáguense de amor!
Mi amado ha bajado a su jardín, a los lechos de bálsamo, para retozar en los jardines y recoger azucenas.
¡Mi viña solo a mí me pertenece! Mil piezas de plata son para ti, Salomón, y doscientas son para los que cultivan su fruto.
¡Oh, si rasgaras los cielos y descendieras! ¡Las montañas temblarían ante ti,
Entonces el Señor me dijo: «Profetiza, hijo de hombre; profetiza al espíritu y dile: “Esto ordena el Señor y Dios: ‘Espíritu, ven de los cuatro vientos y sopla sobre estos muertos y vivirán’ ”».
Consciente de ello, Jesús dijo: —¿Por qué molestan a esta mujer? Ella ha hecho una obra hermosa conmigo.
Al derramar ella este perfume sobre mi cuerpo, lo hizo a fin de prepararme para la sepultura.
El viento sopla por donde quiere y oyes su sonido, aunque ignoras de dónde viene y a dónde va. Lo mismo pasa con todo el que nace del Espíritu.
Después de haber orado, tembló el lugar en que estaban reunidos; todos fueron llenos del Espíritu Santo y proclamaban la palabra de Dios sin temor alguno.
para ser ministro de Cristo Jesús a los no judíos. Yo tengo el deber sacerdotal de proclamar el evangelio de Dios, a fin de que los no judíos lleguen a ser una ofrenda aceptable a Dios, santificada por el Espíritu Santo.
Así que, una vez que yo haya cumplido esta tarea y entregado en sus manos este fruto, saldré para España y de paso los visitaré a ustedes.
también ustedes son como piedras vivas, con las cuales se está edificando una casa espiritual. De este modo llegan a ser un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales que Dios acepta por medio de Jesucristo.
Más bien, crezcan en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. ¡A él sea la gloria ahora y para siempre! Amén.