La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




Cantares 1:9 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Te comparo, amada mía, con una yegua entre los caballos del carro del faraón.

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

A yegua de los carros de Faraón Te he comparado, amiga mía.

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

Amada mía, tú eres tan cautivante como una yegua entre los sementales del faraón.

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

Como yegua uncida al carro de Faraón, así eres a mis ojos, amada mía.

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

Él A mi yegua favorita° entre los carros de Faraón te he comparado, Oh amada mía.

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Eres, amada mía, como la yegua de la carroza del Faraón.

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

A yegua de los carros de Faraón te he comparado, amada mía.

Ver Capítulo
Otras versiones



Cantares 1:9
13 Referencias Cruzadas  

También salieron con él carros y jinetes, formando así un cortejo muy grande.


Los caballos de Salomón eran importados de Egipto y de Coa, que era donde los mercaderes de la corte los compraban.


¡Cuán bella eres, amada mía! ¡Cuán bella eres! ¡Tus ojos son dos palomas!


Mi amado me habló y me dijo: «¡Levántate, amada mía; ven conmigo, mujer hermosa!


La higuera ofrece sus primeros frutos; las viñas florecen y esparcen su fragancia. ¡Levántate, amada mía; ven conmigo, mujer hermosa!».


Como azucena entre las espinas es mi amada entre las doncellas.


¡Cuán bella eres, amada mía! ¡Cuán bella eres! Tus dos ojos, tras el velo, son como palomas. Tus cabellos son como los rebaños de cabras que descienden de los montes de Galaad.


Toda tú eres bella, amada mía; no hay en ti defecto alguno.


Yo dormía, pero mi corazón velaba. ¡Y oí una voz! ¡Mi amado estaba a la puerta! «Hermana, amada mía; preciosa paloma mía, ¡déjame entrar! Mi cabeza está empapada de rocío; la humedad de la noche corre por mi pelo».


Tú, amada mía, eres bella como Tirsá, hermosa como Jerusalén imponente como ejército con sus banderas.


¡Ay de los que descienden a Egipto en busca de ayuda, de los que se apoyan en caballos, de los que confían en la multitud de sus carros de guerra y en la gran fuerza de sus jinetes, pero no toman en cuenta al Santo de Israel ni buscan al Señor!