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Cantares 1:13 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Mi amado es para mí como el saquito de mirra que duerme entre mis pechos.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Mi amado es para mí un manojito de mirra, Que reposa entre mis pechos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Mi amante es como una bolsita de mirra que reposa entre mis pechos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Mi amado es para mí bolsita de mirra cuando reposa entre mis pechos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Mi amado es para mí un manojito de mirra, Que reposa entre mis pechos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Saquito de mirra es mi amado para mí descansando entre mis pechos;

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Mi amado es para mí un manojito de mirra, que reposa toda la noche entre mis pechos.

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Otras versiones



Cantares 1:13
14 Referencias Cruzadas  

Entonces Israel, su padre, dijo: —Ya que no hay más remedio, hagan lo siguiente: Echen en sus costales los mejores productos de esta región y llévenselos de regalo a ese hombre: un poco de bálsamo, un poco de miel, perfumes, mirra, nueces, almendras.


Aroma de mirra, áloe y canela exhalan todas tus vestiduras; desde los palacios adornados con marfil te alegra la música de cuerdas.


Yo les ruego, doncellas de Jerusalén, por las gacelas y cervatillas del bosque, que no desvelen ni molesten a mi amada hasta que quiera despertar.


Yo les ruego, doncellas de Jerusalén, por las gacelas y cervatillas del bosque, que no desvelen ni molesten a mi amada hasta que ella quiera despertar.


¿Qué es eso que sube por el desierto semejante a una columna de humo, entre aromas de mirra e incienso, entre perfumes de mercaderes?


con toda clase de árbol de incienso, nardo y azafrán; con cálamo y canela, mirra y áloe y con las más finas especias.


¡Viento del norte, despierta! ¡Viento del sur, ven acá! Soplen en mi jardín; ¡esparzan su fragancia! Que venga mi amado a su jardín y pruebe sus frutos exquisitos.


Antes de que el día despunte y se desvanezcan las sombras, subiré a la montaña de la mirra, a la colina del incienso.


He entrado ya en mi jardín, hermana y novia mía, y en él recojo mirra y bálsamo; allí me sacio del panal y de su miel; allí bebo mi vino y mi leche. ¡Coman y beban, amigos, y embriáguense de amor!


Sus mejillas son como lechos de bálsamo, como cultivos de hierbas aromáticas. Sus labios son azucenas por las que fluye mirra.


Me levanté y le abrí a mi amado; gotas de mirra corrían por mis manos. Se deslizaban entre mis dedos y caían sobre el cerrojo.


También Nicodemo, el que antes había visitado a Jesús de noche, llegó con unos treinta y tres kilogramos de una mezcla de mirra y áloe.


para que por fe Cristo habite en sus corazones. Y pido que, arraigados y cimentados en amor,