La cabeza son los jefes y la gente de alto rango; la cola son los profetas, maestros de mentiras.
Apocalipsis 9:19 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Es que el poder de los caballos radicaba en su boca y en su cola; pues sus colas, semejantes a serpientes, tenían cabezas con las que hacían daño. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Pues el poder de los caballos estaba en su boca y en sus colas; porque sus colas, semejantes a serpientes, tenían cabezas, y con ellas dañaban. Biblia Nueva Traducción Viviente El poder de estos caballos estaba en la boca y en la cola, pues sus colas tenían cabezas como de serpiente, con el poder para herir a la gente. Biblia Católica (Latinoamericana) Es temible la boca de los caballos, pero también lo son las colas. Pues las colas son como serpientes y terminan en cabezas con las que causan daño. La Biblia Textual 3a Edicion Pues el poder° de los caballos está en sus bocas y en sus colas, porque sus colas son semejantes a serpientes, que tienen cabezas, y con ellas dañan. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pues el poder de los caballos está en sus fauces y en sus colas. Sus colas son semejantes a serpientes provistas de cabezas con las que causan daño. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque su poder está en su boca y en sus colas; porque sus colas eran semejantes a serpientes, y tenían cabezas, y con ellas dañan. |
La cabeza son los jefes y la gente de alto rango; la cola son los profetas, maestros de mentiras.
Así ya no seremos niños, zarandeados por las olas y llevados de aquí para allá por todo viento de enseñanza y por la astucia y las artimañas de quienes emplean métodos engañosos.
Tenían cola y aguijón como de escorpión. En la cola tenían poder para herir a la gente durante cinco meses.
La tercera parte de la humanidad murió a causa de las tres plagas de fuego, humo y azufre que salían de la boca de los caballos.
El resto de la humanidad, los que no murieron a causa de estas plagas, tampoco se arrepintieron de sus malas acciones ni dejaron de adorar a los demonios y a los ídolos de oro, plata, bronce, piedra y madera, los cuales no pueden ver ni oír ni caminar.