y vieron al Dios de Israel. Bajo sus pies había una especie de pavimento de zafiro, tan claro como el cielo mismo.
Apocalipsis 4:3 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 El que estaba sentado tenía un aspecto semejante a una piedra de jaspe y de cornalina. Alrededor del trono había un arcoíris que se asemejaba a una esmeralda. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y el aspecto del que estaba sentado era semejante a piedra de jaspe y de cornalina; y había alrededor del trono un arco iris, semejante en aspecto a la esmeralda. Biblia Nueva Traducción Viviente El que estaba sentado en el trono brillaba como piedras preciosas: como el jaspe y la cornalina. El brillo de una esmeralda rodeaba el trono como un arco iris. Biblia Católica (Latinoamericana) El que estaba sentado parecía de jaspe y cornalina, y un arco iris de color esmeralda rodeaba el trono. La Biblia Textual 3a Edicion Y el que estaba sentado era semejante en su aspecto a una piedra de jaspe y de cornalina, y había° alrededor del trono un arco iris, semejante en su aspecto a una esmeralda.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 El que estaba sentado tenía un aspecto semejante a una piedra de jaspe y sardónice. Y el nimbo que rodeaba el trono tenía el aspecto de una esmeralda. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y el parecer del que estaba sentado era semejante al jaspe y a la piedra de sardonia; y había alrededor del trono un arco iris, semejante en aspecto a la esmeralda. |
y vieron al Dios de Israel. Bajo sus pies había una especie de pavimento de zafiro, tan claro como el cielo mismo.
El año de la muerte del rey Uzías vi al Señor sentado en un trono alto y excelso; las orlas de su manto llenaban el Templo.
Por encima de esa expansión había algo semejante a un trono de zafiro. Sobre lo que parecía un trono había una figura de aspecto humano.
El resplandor era semejante al del arcoíris cuando aparece en las nubes en un día de lluvia. Tal era el aspecto de la gloria del Señor. Ante esa visión, caí rostro en tierra y oí que la voz de alguien que hablaba.
Miré y vi la semejanza de un trono de piedra de zafiro sobre la expansión que estaba encima de la cabeza de los querubines.
Estabas en Edén, en el jardín de Dios, adornado con toda clase de piedras preciosas: rubí, crisólito, jade, topacio, ónice, jaspe, zafiro, turquesa y esmeralda. Tus joyas y encajes estaban cubiertos de oro, especialmente preparados para ti el día en que fuiste creado.
Después vi a otro ángel poderoso que bajaba del cielo envuelto en una nube. Un arcoíris rodeaba su cabeza; su rostro era como el sol y sus piernas parecían columnas de fuego.
Resplandecía con la gloria de Dios y su brillo era como el de una piedra preciosa, semejante a una piedra de jaspe transparente.