y doce leones de pie sobre los seis peldaños, uno en cada extremo. En ningún otro reino se había hecho algo semejante.
Apocalipsis 21:12 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Tenía una muralla grande y alta, y doce puertas custodiadas por doce ángeles en las que estaban escritos los nombres de las doce tribus de Israel. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Tenía un muro grande y alto con doce puertas; y en las puertas, doce ángeles, y nombres inscritos, que son los de las doce tribus de los hijos de Israel; Biblia Nueva Traducción Viviente La muralla de la ciudad era alta y ancha, y tenía doce puertas vigiladas por doce ángeles. Los nombres de las doce tribus de Israel estaban escritos en las puertas. Biblia Católica (Latinoamericana) Tenía una muralla grande y alta con doce puertas, y sobre las puertas doce ángeles y nombres grabados, que son los nombres de las doce tribus de los hijos de Israel. La Biblia Textual 3a Edicion Tiene un muro grande y alto, el cual tiene doce puertas, y sobre las puertas, doce ángeles, y unos nombres inscritos,° que son de las doce tribus de los hijos de Israel. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Tenía una muralla grande y elevada, en la que había doce puertas. Sobre las puertas había doce ángeles y nombres escritos encima, que son los de las doce tribus de los hijos de Israel. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y tenía un muro grande y alto, y tenía doce puertas; y a las puertas, doce ángeles, y nombres escritos en ellas, que son los nombres de las doce tribus de los hijos de Israel. |
y doce leones de pie sobre los seis peldaños, uno en cada extremo. En ningún otro reino se había hecho algo semejante.
Aunque somos esclavos, no nos has abandonado, Dios nuestro, sino que nos has extendido tu misericordia a la vista de los reyes de Persia. Nos has dado nueva vida para reedificar tu Templo y reparar sus ruinas, y nos has dado un muro de protección en Judá y en Jerusalén.
Cuando llegó el momento de dedicar la muralla, buscaron a los levitas en todos los lugares donde vivían, y los llevaron a Jerusalén para celebrar la dedicación con cánticos de acción de gracias, al son de címbalos, liras y arpas.
En tu buena voluntad, haz que prospere Sión; levanta los muros de Jerusalén.
Deben ser doce piedras, una por cada uno de los hijos de Israel. Cada una llevará grabada como un sello el nombre de una de las doce tribus.
Con rubíes construiré tus almenas, con joyas brillantes tus puertas, y con piedras preciosas todos tus muros.
Ya no se sabrá de violencia en tu tierra ni de ruina y destrucción en tus fronteras, sino que llamarás a tus muros “Salvación”, y a tus puertas, “Alabanza”.
»Miren que no menosprecien a uno de estos pequeños. Porque les digo que en el cielo los ángeles de ellos contemplan siempre el rostro de mi Padre celestial.
Les digo que así mismo se alegran los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente.
»Resulta que murió el mendigo y los ángeles se lo llevaron para que estuviera al lado de Abraham. También murió el rico y lo sepultaron.
Esta es la promesa que nuestras doce tribus esperan alcanzar adorando a Dios con diligencia día y noche. Es por esta esperanza, oh rey, por lo que me acusan los judíos.
¿No son todos los ángeles espíritus dedicados al servicio divino, enviados para ayudar a los que han de heredar la salvación?
El ángel que hablaba conmigo llevaba una vara de oro para medir la ciudad, sus puertas y su muralla.
»Dichosos los que lavan sus ropas para tener derecho al árbol de la vida y para poder entrar por las puertas de la ciudad.