Pero a Ariel la sitiaré; habrá llanto y lamento, y será para mí como un brasero del altar.
Apocalipsis 19:17 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Vi a un ángel que, parado sobre el sol, gritaba a todas las aves que vuelan en medio del cielo: «Vengan, reúnanse para la gran cena de Dios, Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y vi a un ángel que estaba en pie en el sol, y clamó a gran voz, diciendo a todas las aves que vuelan en medio del cielo: Venid, y congregaos a la gran cena de Dios, Biblia Nueva Traducción Viviente Después vi a un ángel parado en el sol que les gritaba a los buitres que volaban en lo alto de los cielos: «¡Vengan! Reúnanse para el gran banquete que Dios ha preparado. Biblia Católica (Latinoamericana) Vi luego a un ángel parado sobre el sol, que gritó con voz potente a todas las aves que volaban por el cielo: 'Vengan acá, reúnanse para el gran banquete de Dios. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces vi a un ángel que estaba de pie en el sol, y clamó a gran voz, diciendo a todas las aves que vuelan en medio del cielo:° ¡Venid, congregaos para el gran festín de Dios! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Vi después un ángel de pie sobre el sol, que gritaba con gran voz a todas las aves que vuelan en lo más alto del cielo: 'Venid, congregaos para el gran festín de Dios; Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y vi a un ángel que estaba en pie en el sol, y clamó a gran voz, diciendo a todas las aves que volaban por medio del cielo: Venid, y congregaos a la cena del gran Dios, |
Pero a Ariel la sitiaré; habrá llanto y lamento, y será para mí como un brasero del altar.
Mi heredad es para mí como un ave de muchos colores acosada por las aves de rapiña. ¡Vayan y reúnan a todos los animales salvajes! ¡Tráiganlos para que la devoren!
Ahora las aves del cielo se posan sobre su tronco caído y las bestias del campo se meten entre sus ramas.
Luego vi a otro ángel que volaba en medio del cielo y que llevaba el mensaje eterno de las buenas noticias para anunciarlo a los que viven en la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo.
Los demás fueron muertos por medio de la espada que salía de la boca del que montaba a caballo. Todas las aves se saciaron devorando la carne de ellos.
Seguí observando y oí un águila que volaba en medio del cielo y gritaba fuertemente: «¡Ay! ¡Ay! ¡Ay de los habitantes de la tierra cuando suenen las tres trompetas que los últimos tres ángeles están a punto de tocar!».
añadió: —¡Ven acá, que voy a echar tu carne a las aves del cielo y a las fieras del campo!