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Apocalipsis 18:21 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Entonces un ángel poderoso levantó una piedra del tamaño de una gran rueda de molino y la arrojó al mar diciendo: «Así también tú, Babilonia, gran ciudad, serás derribada con la misma violencia y desaparecerás de la faz de la tierra.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Y un ángel poderoso tomó una piedra, como una gran piedra de molino, y la arrojó en el mar, diciendo: Con el mismo ímpetu será derribada Babilonia, la gran ciudad, y nunca más será hallada.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Luego un ángel poderoso levantó una roca inmensa del tamaño de una gran piedra de molino, la lanzó al mar y gritó: «Así es como la gran ciudad de Babilonia será derribada con violencia y nunca más se encontrará.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Entonces un ángel poderoso tomó una piedra, tan enorme como una piedra de molino, y la arrojó al mar, diciendo: 'Así, con igual violencia, será arrojada Babilonia, la Gran Ciudad, y no se volverá a ver más.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y un ángel fuerte levantó una piedra, como una gran piedra de molino, y la echó al mar, diciendo: ¡Así, con ímpetu,° será arrojada Babilonia,° la ciudad grande! ¡Que nunca jamás sea hallada!°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Un ángel poderoso levantó una piedra, como una gran rueda de molino, y la arrojó al mar, diciendo: 'Con este mismo ímpetu será arrojada Babilonia, la gran ciudad; y no aparecerá nunca jamás.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y un ángel fuerte tomó una piedra como una gran piedra de molino, y la arrojó en el mar, diciendo: Con esta violencia será derribada Babilonia, aquella gran ciudad, y nunca más será hallada.

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Otras versiones



Apocalipsis 18:21
14 Referencias Cruzadas  

A la vista de ellos abriste el mar, y lo cruzaron sobre terreno seco. Pero arrojaste a sus perseguidores en lo más profundo del mar, como piedra en aguas impetuosas.


Como un sueño, como una visión nocturna, se desvanecerá y no volverá a ser hallado.


Pero pasó al olvido y dejó de existir; lo busqué y ya no pude encontrarlo.


Las aguas profundas se los tragaron; como piedras se hundieron en los abismos.


Te convertiré en objeto de espanto, y ya no volverás a existir. Te buscarán, pero jamás podrán encontrarte, afirma el Señor y Dios».


Después de eso, el rey del norte regresará a la fortaleza de su país, pero sufrirá un tropiezo y no volverá a saberse nada de él.


Después vi a otro ángel poderoso que bajaba del cielo envuelto en una nube. Un arcoíris rodeaba su cabeza; su rostro era como el sol y sus piernas parecían columnas de fuego.


pero no pudieron vencer y ya no hubo lugar para ellos en el cielo.


Entonces huyeron todas las islas y desaparecieron las montañas.


Aterrorizados al ver semejante castigo, se mantendrán a distancia y gritarán: «¡Ay! ¡Ay de ti, la gran ciudad, Babilonia, ciudad poderosa, porque en una sola hora ha llegado tu juicio!».


Jamás volverá a oírse en ti la música de los cantantes y de arpas, flautas y trompetas. Jamás volverá a hallarse en ti ningún tipo de artesano. Jamás volverá a oírse en ti el ruido de la rueda de molino.


Luego vi un gran trono blanco y a alguien que estaba sentado en él. De su presencia huyeron la tierra y el cielo, sin dejar rastro alguno.


También vi a un ángel poderoso que proclamaba a gran voz: «¿Quién es digno de romper los sellos y de abrir el rollo?».